¿Adiós a la reforma eléctrica?

La decisión de los legisladores -incluyendo a los de Morena- de posponer la votación sobre la reforma eléctrica, puede ser una señal de prudencia del gobierno federal -cosa poco probable, dada la actuación en el resto de la administración- o puede ser simplemente el reconocimiento de que actualmente no hay condiciones para su aprobación. 

Y no las hay porque hay dos factores reales de poder que están enfrente y que la retórica no alcanza a desactivar. Por un lado, por la postura del gobierno de Estados Unidos que ha desplegado una clara ofensiva para mostrar al gobierno mexicano su preocupación por el tema. Sin ir mas lejos, hoy mismo el gobierno mexicano recibe una nueva visita, la de Alejandro Mayorkas, quien es ni más ni menos el encargado de la seguridad interior de los Estados Unidos. Por supuesto, en su agenda habrá mucho material - incluso temas que no estarán directamente relacionados con la reforma- pero sería un error deslindar este viaje del conjunto de funcionarios que en las últimas semanas han tocado la puerta en nuestro país.

A este factor es necesario agregar la resistencia doméstica, en especial entre los legisladores del PRI, que en no pocas ocasiones han señalado que la reforma tendría que ser votada después de las elecciones de seis entidades de este año, lo que ha sido leído no por pocos, como una condición que podría explicar algunos triunfos del tricolor, que ya solo cuenta con cuatro gubernaturas y que en las elecciones de este año se juega la mitad.

¿Con estas condiciones podrá salir adelante la reforma? Así como está hoy planteada se ve muy difícil, sin embargo, sería un error suponer que ya está muerta solo porque ha debido ser pospuesta por un asunto de elemental realismo político.

Ya veremos qué pasa con las visitas y las elecciones, y después de todo esto, qué queda de pie de la propuesta original.

@MarioCampos