Ecoturismo en Islas Marías vulnera el área natural protegida 

Ecoturismo en Islas Marías vulnera el área natural protegida 
Gobierno de México

Por Miguel Bárcena Díaz

El Océano Pacifico, a 106 km de la Costa Nayarita, se ubican, el Islote San Juanito, y las tres Islas Marías: Magdalena, Cleofás y Madre, ésta última la de mayor extensión albergó las instalaciones del famoso penal, protagonista de libros y películas. Las Islas Marías, descubiertas en 1905 por Hernán Cortés, y bautizadas como Magdalenas, en 1905 por decreto del Presidente Porfirio Díaz, funcionó durante 114 años como cárcel para reos de mediana peligrosidad y sus familias, hasta que en 2019, el Presidente López Obrador anunció que iniciarían su transformación para convertirse en el Centro Ecológico y Recreativo “Muros de Agua José Revueltas”, en honor al escritor y a su novela del mismo nombre que escribió entre 1922 y 1935 cuando cumplía su condena en esa prisión.

El 18 de marzo de 2019 se publicó el decreto presidencial que ordenó desmantelar el penal y adaptar sus instalaciones para recibir estudiantes becarios, quienes pasarían algunos días en la Isla Madre y aprender sobre el ecosistema. En mayo de ese mismo año, y pese a que por falta de presupuesto aún no iniciaban las obras, un grupo de 23 estudiantes de Oaxaca visitó la Isla. En 2020, un segundo grupo acompañado de funcionarios de Semarnat y Sectur, (sin respetar la veda sanitaria), pernoctaron en la Isla, y tuvieron que ser evacuados a causa de un brote de Covid. Desde entonces no se sabe si el proyecto fue postpuesto o cancelado. 

Tres años después se abre la puerta al turismo, que sin respetar la legislación ambiental podría afectar el ecosistema. El 21 de marzo pasado el Presidente anunció que a partir del 8 de abril, barcos con capacidad para 170 pasajeros, zarparían desde los puertos de San Blas, Nayarit y Mazatlán, Sinaloa rumbo a la Isla Madre. Para albergar a los turistas, informó que entre 120 y 150 viviendas, fueron adaptadas. Para no afectar, el Presidente dijo que ”los lugares se reservarán con anticipación, porque no se permitirá mucho turismo”, e instruyó a Sectur, a “diseñar actividades que permitan conocer y disfrutar del lugar, asegurando la preservación de la flora y fauna”. Sobre las responsabilidades de Semarnat y la CONANP para administrar y proteger el sitio, ni una sola palabra. 

El aislamiento de 8 millones de años, su lejanía de la costa y condiciones climáticas favorables, han permitido conservar la biodiversidad del Archipiélago. Es parte vital de un corredor biológico marino, y hogar de especies endémicas como el loro cabeza amarilla y el conejo Islas Marías. Posee matorrales, maderas, manglares y arrecifes. Por todo ello, en 2000 fue decretado Área Natural Protegida (ANP) con carácter de reserva de la biosfera, y en 2005 reconocido por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad.

El programa turístico anunciado (en apariencia positivo) de entrada, viola el programa de manejo del ANP cuyo objetivo es mantener el equilibrio ambiental, impulsar su restauración y conservación. Modificado en agosto del 2021, después del cierre del penal, el actual programa de manejo, si permite el turismo de bajo impacto, pero SIN pernocta de los visitantes, ni el establecimiento de nueva infraestructura. Para recibir turistas se debió realizar un estudio que determine la capacidad de carga, es decir el numero máximo de visitantes permitido por día como indica el reglamento. Pese a ello desde el 2020, sin contar con un permiso y la manifestación de impacto ambiental, personal de la CONANP, alertó que trabajadores del grupo Turístico Vidanta, iniciaron obras, con la complacencia de Semarnat y la omisión de la Profepa.