El legado
El presidente López Obrador está por entregar la banda presidencial en menos de cuatro semanas, y con ella vienen una serie de factores que condicionarán a la siguiente administración.
Primero. En su partido se ha recibido una maquinaria electoral con una presencia hegemónica en todo el país, que carece de competidores serios tanto en el ámbito local como en el federal, ante la crisis política que enfrentan el PRI y el PAN desde la elección de 2024.
Segundo. La presidencia será poderosa como no ocurría desde hace décadas. Claudia Sheinbaum tendrá una concentración de poder no vista desde los tiempos de Carlos Salinas, donde su voluntad estará por encima del poder legislativo y, si se aprueba la reforma propuesta por AMLO, también del poder judicial.
Tercero. La presidencia que está por iniciar podría tener, además, si se aprueba la reforma de los órganos autónomos, atribuciones que ya no estaban en la cancha de la presidencia de la República, convirtiendo la oficina de Claudia Sheinbaum en la ventanilla única para atender cualquier asunto relacionado con los actores reales de poder.
Cuarto. Claudia Sheinbaum recibe, además, como quedó de manifiesto en el informe del pasado 1 de septiembre, el discurso López Obradorista, que define a los buenos y a los malos, y que enmarca su movimiento como una lucha contra los privilegios y a favor del pueblo. Este relato sirve para explicar todos los problemas que enfrenta el gobierno, pero también actúa como una camisa de fuerza para enmarcar las acciones de la próxima presidencia.
Quinto. Como resultado de ese marco, López Obrador también hereda una serie de enfrentamientos con actores que van desde los medios de comunicación, las organizaciones de la sociedad civil, hasta los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, socios estratégicos en el marco del tratado T-MEC.
Sexto. El paquete que entrega el presidente no está libre de costos. Los múltiples frentes, el excesivo gasto, el pobre crecimiento de la recaudación y el casi nulo crecimiento de la economía constituyen factores estructurales que, combinados con la incertidumbre derivada de las reformas de este mes pueden generar un entorno de mucha turbulencia que marque el inicio de la nueva administración.
En este Marco iniciará sus funciones Claudia Sheinbaum, que deberá gestionar las expectativas de propios y extraños y que descubrirá pronto los pros y contras de las herencias que le deja Andrés Manuel López Obrador.