Después de un saldo negativo opositor en gubernaturas votadas en 2021 y 2022, una muy interesante y quizá decisiva batalla se va a dar en 2023 con la votación de gobernadores para el Estado de México y Coahuila, los dos últimos bastiones estatales que le quedarían al PRI después de la derrota previsible en Oaxaca e Hidalgo en este año.