Explosión de interés
Es importante que México tenga condiciones de certidumbre: que los inversionistas sientan que sus inversiones están protegidas
El interés de los inversionistas en México está creciendo. Jorge Arce, director general en México del banco británico HSBC, señaló el 6 de diciembre a la agencia Bloomberg que muchas empresas internacionales están buscando ampliar su presencia en México debido a los cuellos de botella que se han generado en los sistemas de logística internacional.
“Hay una explosión de interés en explorar oportunidades en muchas industrias”, señaló. “La inversión crecerá rápidamente conforme las empresas empiezan a regresar y analizan sus cadenas de aprovisionamiento para ver qué falló”. El interés se ha manifestado en campos tan diversos como los productos electrónicos, insumos médicos, ropa, productos deportivos, muebles y autopartes tanto para vehículos de combustión interna como para eléctricos.
Además de los cuellos de botella generados por la pandemia y la posterior rápida recuperación del mercado de consumo de los Estados Unidos, hay que considerar las crecientes disputas entre los gobiernos de China y la Unión Americana. Los aranceles punitivos y amenazas mutuas han llevado a las corporaciones multinacionales a buscar un near-shoring, una mudanza de sus operaciones productivas a lugares más cercanos al mercado final. Y esto es una oportunidad para México, el vecino de los Estados Unidos.
Pero nuestro país está creándose problemas a sí mismo. La cancelación de varios proyectos productivos muy avanzados, como el Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco, Estado de México, y la planta cervecera de Constellation Brands en Mexicali, Baja California, han mandado un mensaje a las empresas de que el gobierno mexicano puede cancelar proyectos a discreción, aun cuando cumplan con todos los requisitos de ley. Una amenaza más importante es la nueva reforma al sistema eléctrico nacional, que cambiaría las reglas del juego con las que se han realizado más de 40 mil millones de dólares en inversiones en plantas privadas de generación de ciclo combinado, fotovoltaicas y eólicas.
Esta última reforma, que debe ser todavía aprobada por una mayoría de dos terceras partes en el Congreso federal, genera problemas muy importantes para el futuro. La inversión en nuevas plantas de generación se ha detenido casi por completo. Las empresas privadas de electricidad no quieren arriesgar más dinero en México cuando el gobierno ha dicho que dará prioridad de ahora en adelante a la Comisión Federal de Electricidad, aunque produzca electricidad más cara y sucia. La CFE, sin embargo, no tiene los recursos para construir nuevas plantas, mientras que ya se han registrado apagones en algunas regiones del país y en otras se niegan los permisos de instalación de nuevas industrias por falta de suficiente electricidad.
El interés está ahí presente. México es el destino ideal de muchas nuevas inversiones productivas en un momento en que la relación entre Estados Unidos y China se vuelve cada vez más tensa. Pero para que las intenciones se conviertan en realidad, es importante que México tenga condiciones de certidumbre: que los inversionistas sientan que sus inversiones están protegidas por la ley nacional y por los tratados internacionales.
Twitter: @SergioSarmiento