O PAGAS O MUERES

O PAGAS O MUERES

“Tengo toda tu información, fotografías y datos confidenciales, que si no me pagas los publicaré”. Decía una voz del otro lado del teléfono con tono amenazador, las siguientes llamadas fueron amenazas de muerte ”o pagas o mueres”.

Las ofertas de préstamos rápidos y sin garantías son un grave peligro para los usuarios de aplicaciones utilizadas en teléfonos inteligentes, que son aprovechadas para fraudes y chantajes.  

Es tal el acoso, la presión y la amenaza, que las víctimas de los ciberdelincuentes alcanzan altos niveles de estrés, por la cobranza violenta de las deudas contraídas, llevándoles incluso a tener pensamientos suicidas. 

El Consejo de Seguridad Ciudadana identificó una serie de aplicaciones, como MipréstamoTala DineroRapidinero y Prestaflash, entre otras, que otorgan créditos con altas tasas de interés y hostigan a los clientes para que realicen sus pagos.

Cualquier retraso es pretexto suficiente para la ola de llamadas y mensajes, donde el chantaje es una constante.  

El desempleo y la carestía de productos básicos han colocado a miles de familias en una situación de emergencia. La única forma de salir adelante con los gastos indispensables es a través de préstamos. Esa es la razón de la popularidad de ese tipo de aplicaciones, que se promueven a través de redes sociales. 

La Policía Cibernética de la Ciudad de México ha detectado que las bandas de criminales utilizan dos modus operandi, en los que las víctimas son intimidadas.  

En algunos casos les advierten que conocen donde viven, en qué escuela van los hijos o el trabajo de la mamá, porque tienen acceso pleno a su cuenta de Facebook. La integridad física de su familia está en riesgo y el hilo que jalan los delincuentes es el miedo. 

En otros casos, amenazan con entrar a sus redes sociales o a sus listas de contactos y publicar mensajes inapropiados o fotografías comprometedoras. Es la reputación de las personas la que se ve amenazada y lo usan para el chantaje y la extorsión. 

Las cifras más recientes indican que hay 130 aplicaciones en el mercado y un creciente número de víctimas. Hay más de dos mil denuncias, sólo en la Ciudad de México, donde han abierto 173 carpetas de investigación: el 94 por ciento de ellas por cobranza ilegítima, tres por amenazas y otro tres por ciento por casos de extorsión. 

Resulta indispensable cancelar los sitios web y las aplicaciones de los teléfonos inteligentes, pero también es preciso perseguir a los criminales y proteger a las personas que fueron presas del engaño y la violencia.

De ahí la necesidad de un trabajo conjunto entre la Policía Cibernética, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) y las Fiscalías de Justicia. Que al parecer no les da la vida, ni los recursos para atender tan serio problema.