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LOS LÍDERES DE LA POLÍTICA
De la 4T a la oposición, los primeros nombres y proyectos políticos comienzan a perfilarse para la carrera presidencial rumbo al 2030.
La política mexicana nunca deja de sorprender, y aunque las elecciones presidenciales de 2024 marcaron el inicio de un nuevo capítulo con Claudia Sheinbaum como la primera mujer en asumir la Presidencia de la República, las miradas ya comienzan a dirigirse hacia el futuro.
A seis años de los próximos comicios presidenciales, las especulaciones y los “destapes” de posibles aspirantes a la candidatura en 2030 empiezan a tomar fuerza.
Desde figuras consolidadas en la política nacional hasta personajes emergentes, cada uno de ellos está comenzando a trazar su camino para posicionarse como una opción viable.
Aunque aún queda un largo camino por recorrer, los primeros nombres ya suenan con fuerza en el panorama político mexicano.
Aquí te presentamos a los perfiles más destacados que podrían competir por la presidencia en las elecciones de 2030.
Marcelo Ebrard, secretario de Economía y una de las figuras más reconocidas de la política mexicana, ha dejado en claro que su objetivo de llegar a la presidencia permanece intacto.
Aunque en 2024 perdió la candidatura de Morena frente a Claudia Sheinbaum, Ebrard ha insistido en que no desistirá de su aspiración presidencial para 2030.
En entrevista con Joaquín López-Dóriga para Radio Fórmula, afirmó: “Yo voy a seguir adelante. Es lo que tengo pensado, no voy a desistir de ello”.
Ebrard también reconoció en esta entrevista que, tras los resultados de la encuesta interna de Morena, llegó a considerar abandonar el partido para unirse a Movimiento Ciudadano (MC).
Sin embargo, descartó esta posibilidad al reflexionar sobre su trayectoria en el movimiento: “¿Por qué habría yo de tirar por la borda 24 años de trabajo para iniciar un proceso con un partido que tiene otra posición política?”.
Su decisión final fue mantenerse en Morena, buscando fortalecer su corriente política dentro del partido.
No obstante, en una conversación más reciente con El País, Ebrard matizó sus declaraciones sobre 2030, asegurando que por ahora su prioridad es consolidar los acuerdos dentro de la 4T.
“No estoy pensando si 2030 o no 2030; lo que estoy pensando es que lo que acordamos se pueda llevar a cabo”, comentó.
Pese a esto, su trayectoria y liderazgo lo posicionan como un contendiente natural en la próxima contienda presidencial, y su capacidad para reunir apoyos dentro y fuera de Morena podría ser determinante.
Andrés Manuel López Beltrán, conocido como “Andy”, ha comenzado a posicionarse como un posible contendiente en el panorama político de 2030.
Aunque oficialmente no ha declarado sus intenciones, las especulaciones sobre su futuro político no han cesado.
Hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, López Beltrán ha sido señalado por analistas y periodistas como el heredero natural del legado de la Cuarta Transformación.
Según Carlos Loret de Mola, en su columna en El Universal, “Primero Claudia, él después, es lo que repiten como mantra en el círculo cercano del presidente”.
Durante un evento en Tlatelolco, en el marco de una gira de Morena, “Andy” avivó las especulaciones con un discurso que pareció un guiño a futuras aspiraciones políticas, siendo su aparente primer objetivo la capital del país.
“Esta ciudad nos dio todo y le debemos absolutamente todo; por eso le dedicaré mi vida y siempre lucharé por su bienestar, pero, sobre todo, por los más pobres, porque, como siempre nos enseñaron: amor con amor se paga”, declaró ante una multitud que lo ovacionó.
Estas palabras no solo refuerzan su vínculo con la Ciudad de México, sino que también lo perfilan como un posible sucesor en la línea política de su padre.
López Beltrán ha sido una figura influyente detrás de bambalinas en el movimiento de la 4T. Como secretario de Organización de Morena, ha consolidado su rol estratégico en la estructura partidista, una posición clave para el control del padrón de militantes y la definición de candidaturas.
“Su nombramiento en este cargo es un paso calculado para preparar su ascenso político”, apunta Loret de Mola en El Universal.
Además, ha sido operador político en campañas clave, como las de Claudia Sheinbaum en 2018 y Delfina Gómez en 2023, demostrando su capacidad para movilizar estructuras políticas.
Su cercanía con el núcleo del poder y su apellido lo colocan en el centro del debate sobre el futuro de Morena y la Cuarta Transformación.
Como señaló Carlos Loret de Mola: “Andy representa el símbolo de un ejercicio monárquico del poder, una figura que encarna tanto la continuidad como la controversia del proyecto de su padre”.
Luisa María Alcalde, quien asumió la presidencia de Morena el 1 de octubre de 2024, ha emergido como una figura clave dentro de la 4T y también la han visto como una posible aspirante presidencial para 2030.
Tras dejar la Secretaría de Gobernación el pasado 30 de septiembre, Alcalde tomó las riendas del partido oficialista, consolidándose como una de las líderes más visibles de la transformación política en México.
Su liderazgo no ha pasado desapercibido. Durante una entrevista con Ciro Gómez Leyva, la senadora Lilly Téllez señaló que Alcalde se está posicionando como una candidata natural para las elecciones de 2030.
Téllez calificó el discurso de Alcalde en el Sexto Informe de AMLO como un acto político con miras al futuro: “Convirtió un acto republicano en un mitin político. Fue el banderazo a su próxima candidatura presidencial”.
Como dirigente nacional de Morena, Alcalde tiene la tarea de fortalecer la estructura del partido y preparar el camino para los próximos procesos electorales.
Su perfil joven, combinado con su cercanía a la Cuarta Transformación, la convierte en una opción atractiva para dar continuidad al proyecto de López Obrador y Sheinbaum. Sin embargo, ella no se ha manifestado al respecto.
Samuel García, gobernador de Nuevo León, no ha ocultado sus aspiraciones presidenciales.
Tras declinar su candidatura para las elecciones de 2024 debido a conflictos políticos en su estado, García aseguró que buscará la presidencia en 2030.
“El 2030 está muy cerca, y ahí me van a tener. Vamos a ganar”, afirmó en un mensaje transmitido en sus redes sociales, dejando claro que su intención es construir una alternativa fresca y joven para el electorado mexicano.
En su intento por competir en 2024, García logró consolidarse como una figura relevante en el ámbito político nacional.
En tan solo diez días de precampaña, aseguró que alcanzó un segundo lugar en intención de voto, detrás de Claudia Sheinbaum y por encima del PRI y PAN.
“En diez días fuimos la esperanza de millones de jóvenes que no se sentían representados por Morena ni por el PRIAN. Esto apenas comienza”, declaró.
Mientras tanto, Jorge Álvarez Máynez, quien recientemente se convirtió en dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, ha respaldado abiertamente a García Sepulveda como una de las principales opciones de su partido para 2030.
Luis Donaldo Colosio Riojas, actual senador de Movimiento Ciudadano e hijo del icónico excandidato presidencial del PRI, ha comenzado a consolidarse como una figura clave en la oposición mexicana.
Su papel en el Senado y su paso como alcalde de Monterrey lo han posicionado como un liderazgo fresco y atractivo, capaz de conectar con ciudadanos que buscan una alternativa distinta en el panorama político nacional, de acuerdo con el líder emecista.
“Luis Donaldo es un activo valioso para el partido y para el país. Representa una visión renovada y comprometida con el cambio”, declaró Jorge Álvarez Máynez, dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, en entrevista con Azucena Uresti.
Aunque Colosio no ha confirmado oficialmente sus intenciones de competir en 2030, su nombre ha sido mencionado repetidamente como uno de los principales contendientes del partido naranja desde 2024.
Álvarez Máynez afirmó que Colosio es una de las “posibilidades naturales” para la candidatura presidencial.
Asimismo, el dirigente destacó que la trayectoria de Colosio lo ha preparado para asumir desafíos importantes en los próximos años.
Pero también hay quienes han visto una posible candidatura a la gubernatura de Nuevo León en 2027, la cual califican como un paso estratégico. Colosio podría consolidar su experiencia ejecutiva y reforzar su perfil como uno de los principales liderazgos de oposición en México.
Eduardo Verástegui, conocido por su activismo ultraconservador, ya ha anunciado sus intenciones de competir por la presidencia de México en 2030.
Durante su participación en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Buenos Aires, Verástegui confirmó que, ante los obstáculos que enfrentó para registrarse como candidato independiente en 2024, buscará construir un nuevo partido político.
El actor y activista ha enmarcado su proyecto político en valores ultraconservadores, con un fuerte énfasis en la familia, la libertad y la propiedad.
En su discurso en la CPAC, calificó al presidente argentino Javier Milei como “un faro de la libertad” y señaló que México enfrenta amenazas ideológicas que buscan destruir su identidad.
Verástegui también ha denunciado lo que considera un sistema político cerrado que bloquea alternativas fuera de los partidos tradicionales.
“El año pasado fui aspirante independiente, pero nos bloquearon por todas partes. Ahora construiremos una opción sólida para representar los valores de millones de mexicanos”, sostuvo.
Con un discurso dirigido a sectores conservadores y religiosos, el reto de Verástegui será convertir su proyecto en una fuerza política competitiva que trascienda los nichos ideológicos y logre captar un electorado amplio.
Sandra Cuevas, exalcaldesa de Cuauhtémoc, también ha anunciado sus planes de buscar la presidencia en 2030 a través de un nuevo partido político.
En entrevista con Radio Fórmula, Cuevas detalló que su organización, llamada “Por la Familia y la Seguridad de México“, se enfocará en temas como el fortalecimiento de la familia y la seguridad.
“Hay que rescatar a la familia y dotar de seguridad a nuestro país. Ese será nuestro eje central”, declaró.
Cuevas, quien ha sido una figura controversial en la política capitalina, señaló que dedicará los próximos dos años a construir una base sólida para su partido y competir en las elecciones intermedias de 2027.
Su propuesta busca presentarse como una alternativa a los partidos tradicionales, con un enfoque en construir una oposición responsable.
Al ser cuestionada sobre su relación con figuras como Felipe Calderón y Margarita Zavala, Cuevas señaló que no está cerrada a colaborar con otros liderazgos.
Su reto más grande será consolidar un movimiento que logre trascender las divisiones en la oposición y se presente como una fuerza capaz de competir en un escenario nacional en 2030.
Aunque aún faltan seis años para las elecciones presidenciales de 2030, estos personajes ya están trazando su camino hacia la candidatura.
Desde figuras que buscan continuar el proyecto de la 4T hasta perfiles independientes y opositores, la contienda promete dar de que hablar.