Foto: CUARTOSCURO
La secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, Alicia Bárcena, se pronunció por primera vez sobre el controvertido evento celebrado en el Museo Nacional de Arte (MUNAL) el pasado 4 de octubre, el cual involucró a su excolaborador, Martín Borrego, quien fungía como jefe de la Oficina de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
“Nunca he negado mi asistencia a dicha recepción, pero sí niego rotundamente que se me atribuya responsabilidad de haber avalado, solapado o utilizado mi cargo para un evento inapropiado”, indicó la funcionaria.
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Bárcenas reconoció haber asistido al evento, que, según afirmó, fue una celebración privada en honor de los recién casados y de la culminación de la trayectoria diplomática en México de uno de los novios, originario de Rumanía. Sin embargo, enfatizó que no se trató de una boda oficial, ni religiosa ni civil, como se ha especulado.
La funcionaria expresó su decepción y descontento al conocer, a través de un reportaje publicado el 8 de diciembre, las irregularidades cometidas por Borrego para obtener el recinto del MUNAL, refiriéndose a la carta que envió disfrazando su evento personal por uno diplomático, utilizando incluso oficios membreteados.
“Este es el hecho que considero grave y por ello mi decisión inmediata fue solicitarle la renuncia a Martín Borrego. Por abuso de autoridad, y porque quebrantó mi confianza al utilizar su posición para obtener un beneficio personal”, declaró Bárcena en un comunicado.
En días recientes, la secretaria se convirtió en blanco de críticas y memes en redes sociales, especialmente tras la publicación de fotografías que confirmaban su presencia en el evento. Al respecto, Alicia Bárcena aclaró que nunca negó haber asistido, pero sí rechazó “la responsabilidad de haber solapado un evento inapropiado”.
La exsecretaria de Relaciones Exteriores enfatizó que fue algo que se realizó sin su conocimiento y, mucho menos, con su consentimiento. Aseguró que se enteró de las irregularidades de la misma forma que el resto de los ciudadanos y.
El caso ha generado un intenso debate sobre el uso de espacios públicos para fines privados, y pone en el centro de la atención la ética de los servidores públicos de la 4T, quienes han basado su discurso político en la austeridad.