Foto: CUARTOSCURO
Areli Segura
Estados Unidos ganó el panel de solución de controversias del T-MEC sobre la restrucción de México al maíz transgénico, así lo informó la Oficina del Representante Comercial de aquel país.
Tras ello, México deberá acatar el fallo del panel internacional, el cual le otorgó 45 días para eliminar las restricciones impuestas a la importación de maíz transgénico destinado al consumo humano. De no hacerlo, podría enfrentar sanciones comerciales, incluyendo la imposición de aranceles.
El panel de expertos, que evaluó el caso durante más de un año, concluyó que el gobierno mexicano no presentó evidencia científica suficiente para demostrar que el consumo de maíz transgénico es perjudicial para la salud humana o animal.
La decisión representa un golpe significativo para México, uno de los principales destinos de las exportaciones de este tipo de maíz.
“El panel del T-MEC estuvo de acuerdo con Estados Unidos en las siete reclamaciones legales, y concluyó que las medidas de México no se basan en la ciencia y socavan el acceso al mercado que México acordó proporcionar bajo los principios del tratado comercial”, declaró en un comunicado Katherine Tai, representante Comercial de Estados Unidos.
Incompatibilidad con el T-MEC
De acuerdo con el dictamen, las restricciones de México para el maíz importado violan las obligaciones asumidas en el T-MEC.
Analistas señalaron que estas medidas no solo carecen de fundamento científico, sino que también contradicen los compromisos comerciales pactados.
El secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, celebró el veredicto, asegurando que garantiza el acceso libre de los productores y exportadores estadounidenses al mercado mexicano. Por su parte, Canadá, que compartió la postura de Estados Unidos, desestimó los argumentos de México al considerar que los documentos presentados no demostraban riesgos concretos asociados al maíz transgénico.
La posición de México
Previo al fallo, la presidenta Claudia Sheinbaum había expresado la necesidad de proteger el maíz nacional no transgénico como parte de una estrategia para conservar la biodiversidad y la salud.
Sin embargo, tras el dictamen emitido el 20 de diciembre, el gobierno mexicano aseguró que respetará la decisión, aunque no está de acuerdo con ella.
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El resultado pone presión sobre México para ajustar su política comercial y científica, en un contexto donde la competitividad y las relaciones con sus socios norteamericanos están en juego.
