
Foto: Cuartoscuro
El musical de Jacques Audiard, que aborda el narcotráfico y la identidad trans, divide opiniones por su representación de la cultura mexicana.
Desde su estreno en el Festival de Cannes en 2024, donde recibió ovaciones y galardones, la película Emilia Pérez, dirigida por Jacques Audiard, se posicionó como una de las producciones más destacadas del año.
Ganadora del Premio del Jurado y del premio a Mejor Actriz en Cannes, y con cuatro Globos de Oro en su haber, incluyendo Mejor Película Comedia o Musical, esta cinta ha conquistado a la crítica internacional.
Incluso figuras como James Cameron y Guillermo del Toro han expresado su admiración por su audaz narrativa y estilística visual.
Sin embargo, Emilia Pérez ha generado una controversia sin precedentes en México, donde se estrena hoy, jueves 23 de enero de 2025.
La película ha sido criticada por su representación de la cultura mexicana y el tratamiento de temas sensibles como la violencia del narcotráfico y las desapariciones forzadas.
Muchos consideran que la falta de autenticidad y el enfoque superficial en su narrativa han sido determinantes para la indignación que ha despertado.
En esta nota, exploraremos las razones detrás de esta controversia y analizaremos por qué la recepción en el país es tan dividida.
La película sigue a Rita (Zoe Saldaña), una abogada subestimada que es contratada por “El Manitas” (Karla Sofía Gascón), un poderoso narcotraficante, para fingir su muerte y comenzar una nueva vida como la mujer que siempre deseó ser: Emilia Pérez.
Con una narrativa que combina drama, comedia y música, el film intenta abordar temas complejos como la identidad de género, la violencia estructural y la redención personal.
No obstante, la combinación de estos elementos ha sido cuestionada por muchos críticos.
Mientras algunos consideran que el enfoque es audaz y original, otros lo perciben como insensible, especialmente en un contexto mexicano donde los temas tratados tienen profundas implicaciones sociales y emocionales.
Uno de los aspectos más criticados es la ausencia de talento mexicano en los papeles principales.
Aunque la historia se desarrolla en México, solo Adriana Paz tiene un papel relevante dentro del elenco mexicano.
El resto de los personajes principales son interpretados por actores extranjeros, como Zoe Saldaña, Karla Sofía Gascón y Selena Gómez.
Carla Hool, directora de casting, declaró a Animal MX: “Queríamos mantenerlo realmente auténtico, pero al final del día, los mejores actores que encarnaron los personajes son los que están aquí”.
Estas palabras han sido percibidas como una muestra de desdén hacia el talento mexicano.
Además, la justificación de que el elenco principal no sea mexicano para evitar problemas con los acentos ha sido duramente criticada por quienes consideran que perpetúa una visión excluyente del talento nacional.
La recreación de escenarios mexicanos en estudios en Francia también ha sido ampliamente cuestionada.
La cinta incluye referencias inexactas a instituciones como el “Tribunal del Distrito Federal” y presenta un uso poco creíble de términos legales.
Estas inconsistencias refuerzan la percepción de que el director Jacques Audiard no investigó a fondo la realidad mexicana y optó por una visión estereotipada del país.
Audiard reconoció en una entrevista con Guillermo del Toro que visitó México solo “tres o cuatro veces” durante la preparación de la película, lo que ha sido interpretado como una actitud superficial hacia el contexto que buscaba retratar.
Este enfoque, sumado a la representación estereotípica de los paisajes y las costumbres mexicanas, ha intensificado la percepción de que Emilia Pérez no logra conectar con la realidad cultural del país.
Uno de los momentos más controvertidos de Emilia Pérez es una escena musical llamada “Para”, donde Emilia, después de ayudar a una madre a encontrar a su hijo desaparecido, funda una ONG que colabora con criminales para localizar a víctimas.
La letra de la canción aborda temas de redención y esperanza, lo que ha sido criticado como una trivialización de un tema tan doloroso.
La Alianza de Gays y Lesbianas contra la difamación (GLAAD, por sus siglas en inglés) calificó al personaje de Emilia como una “representación profundamente retrógrada de una mujer trans”, mientras que activistas y familiares de desaparecidos han tachado la escena de insensible y ofensiva.
Además, la idea de que los perpetradores puedan colaborar en la búsqueda de desaparecidos fue percibida como irreal y ofensiva para quienes enfrentan diariamente la indiferencia de las autoridades.
Otro punto de controversia ha sido la actuación de Selena Gómez, quien interpreta a Jessi Del Monte.
Su desempeño en español ha sido calificado como poco convincente, debido a su acento forzado y la pronunciación mecánica de sus líneas.
Eugenio Derbez, durante una entrevista con Gaby Meza, describió su actuación como “indefendible”.
Aunque el comentario generó polémica inicial, muchas personas en redes sociales coinciden con esta opinión.
El personaje de Gómez originalmente estaba planeado como mexicano, pero fue modificado para justificar su acento estadounidense.
Esta decisión ha sido percibida como un intento apresurado de encubrir las limitaciones lingüísticas de la actriz.
Jacques Audiard pidió disculpas al público mexicano en la premiere en la CDMX, señalando:
“Si hay cosas que les parecen escandalosas, les pido perdón. El cine solo plantea preguntas, y tal vez las preguntas de Emilia son incorrectas”.
Por su parte, Adriana Paz defendió la intención de la película, afirmando:
“Me duele que la gente esté tomando el tema desde ese lugar. Jacques es una persona cariñosa que ama a México”.
Aunque Emilia Pérez ha sido reconocida internacionalmente, la recepción en México sigue siendo mayoritariamente negativa.
La película plantea una oportunidad para reflexionar sobre cómo se representa a México en el cine internacional, pero también deja un debate abierto sobre los límites entre la provocación artística y la responsabilidad cultural.