Foto: Cuartoscuro
Mario Marín, exgobernador de Puebla, deja prisión domiciliaria; lo regresan al Altiplano
Mario Marín dejó la prisión del Altiplano en agosto de 2024, cuando le concedieron prisión domiciliaria.
Fernando Coca
Publicada: abr 02 a las 20:58, 2025
El exgobernador de Puebla, Mario Marín, acusado de tortura contra la periodista Lydia Cacho, dejará la prisión domiciliaria y regresará a prisión.
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Un Tribunal de Apelación en Quintana Roo resolvió que Mario Marín deberá dejar la prisión domiciliaria en la que se encontraba desde agosto de 2024, y regresar a la reclusión en el Altiplano, ubicado en el Estado de México.
El Tribunal Colegiado de Apelación del Vigésimo Séptimo Circuito, con sede en Cancún, resolvió que esta medida responde a un riesgo de fuga y peligro para las víctimas.
La decisión fue celebrada y dada a conocer por la periodistas Lydia Cacho a través de redes sociales, quien advirtió que figuras políticas de Morena y de otros partidos tienen nexos con el exgobernador.
Además, indicó que su socio, el empresario Kamel Nacif, señalado de pedofilia y de participar en la tortura contra la periodista, se encuentra en Puebla negociando la liberación de Marín.
“Antes, en la cárcel de Cancún, creó una red de corrupción al interior y por eso se lo tuvieron que llevar al penal de máxima seguridad”, cosa que celebró.
FGR confirma traslado de Mario Marín
Por su parte, la Fiscalía General de la República (FGR) confirmó la noticia y añadió que el traslado se realizó con elementos de la Secretaría de la Defensa (Defensa) y miembros de la Guardia Nacional.
Además, señalaron que la decisión de cambiar la medida cautelar se debió a que la resolución que benefició a Mario Marín careció de fundamentación adecuada, no valoró los riesgos procesales y omitió considerar el riesgo de fuga y la gravedad de los hechos.
Mario Marín y Kamel Nacif junto a otros empresarios y políticos, como Miguel Ángel Yunes Linares, fueron señalados de proteger al fallecido pederasta Jean Succar Kuri, empresario que lideró una red de explotación sexual de menores, expuesta por Lydia Cacho en su libro Los demonios del Edén. El poder que protege a la pornografía infantil.
