LOS LÍDERES DE LA POLÍTICA

Opinión

Guerra comercial

El periodista Sergio Sarmiento aborda las consecuencias de los aranceles recíprocos de Trump que han tambaleado las bolsas de valores en el mundo.

En la imagen está Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, donde habla con sus partidarios en un mitin "Keep America Great" en el Arizona Veterans Memorial Coliseum en Phoenix, Arizona.

Foto: Gage Skidmore

Sergio Sarmiento

Sergio Sarmiento

Publicada: abr 09 a las 08:46, 2025

La guerra comercial no es una posibilidad futura… ya está aquí. Donald Trump ha impuesto aranceles de 104 por ciento a China, la cual ha respondido con gravámenes de 84 por ciento a Estados Unidos. Washington está aplicando, por otra parte, aranceles “recíprocos”, que no son realmente recíprocos, a más de 60 países en el mundo. Incluso Singapur, que no cobra arancel alguno, tendrá que cubrir un 10 por ciento ahora. Otros países pagarán mucho más. Vietnam, donde Nike produce su calzado deportivo, deberá ahora cubrir 46 por ciento; Bangladesh, uno de los países más pobres del mundo, 37 por ciento; Suiza, 37 por ciento; Japón, 34 por ciento; Taiwán, 32 por ciento; la Unión Europea, 20 por ciento. Casi todos los demás países tendrán que cubrir un 10 por ciento como base.

Hay algunas excepciones. México y Canadá, que fueron los primeros países contra los que Trump arremetió, no pagarán nada en productos que estén cubiertos por las reglas del Tratado México-Estados Unidos-Canadá, el T-MEC. El resto de los productos, que son bastantes, pagarán 25 por ciento. Además, ya se les están aplicando a los dos socios comerciales aranceles al acero y al aluminio y a una parte del comercio de automóviles.

No aparecen en la lista países como Rusia, Cuba, Belarús y Corea del norte. Dice Washington que esto se debe a que no se comercia con ellos, pero eso no es estrictamente cierto. Sus productos, aunque pocos, sí entrarán a Estados Unidos sin pago de aranceles.

La tasa arancelaria promedio de Estados Unidos se encontraba en alrededor de 2 por ciento ad valorem antes de esta nueva oleada de aranceles anunciada por el gobierno de Trump. Era tan baja que, por eso, muchos productos fabricados en México eran exportados a Estados Unidos pagando ese arancel sin recurrir a las reglas del T-MEC. Con las nuevas alzas, el promedio subirá a 25 por ciento. Además, el sistema arancelario de ese país se volverá extraordinariamente complicado. Exportar mercancías a Estados Unidos se va a convertir en una pesadilla burocrática.

Esta película ya la vimos en el pasado. En 1930 el gobierno de Estados Unidos, presidido entonces por Herbert Hoover, promulgó un fuerte aumento a los aranceles por una iniciativa conocida como Smoot-Hawley, por los apellidos de sus promotores. El resultado fue convertir una recesión, que comenzó en octubre de 1929 como consecuencia de un desplome bursátil, en la Gran Depresión que duró toda la década de los treinta. Los aranceles de Estados Unidos y las represalias de otros países provocaron un desplome del comercio internacional y de la actividad económica en todo el mundo. El desempleo en la Unión Americana pasó de 3.2 por ciento en 1929 a 25 por ciento en 1933.

Ese mismo riesgo está presente hoy. Solo que, en esta ocasión, en lugar de que el desplome bursátil precediera a la guerra de aranceles, los aranceles de Trump han provocado el desplome de las acciones en las bolsas de Estados Unidos y del mundo.