
Foto: Especial
La candidata a ministra de la SCJN señaló en Zacatecas que el sistema de justicia debe adaptarse a las necesidades reales de la infancia.
Fabiana Estrada, magistrada y candidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), advirtió que en México todavía existen brechas estructurales que marginan a millones de niñas, niños y adolescentes (NNA), impidiéndoles acceder de forma efectiva a mecanismos de protección por parte del Estado.
Durante su participación en la 14 Conferencia Nacional de Procuradoras y Procuradores de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes, celebrada en Zacatecas, Estrada hizo un llamado urgente para que se privilegie el interés superior de la niñez en el diseño y ejecución de políticas públicas y en el funcionamiento del sistema de justicia.
Frente a funcionarias, funcionarios, académicos y especialistas en protección infantil, Fabiana Estrada subrayó que una de las cifras más alarmantes en el país tiene que ver con la violencia que enfrentan los menores de edad.
“Seis de cada diez niños de entre 1 y 14 años han experimentado algún método violento de disciplina, y más de un millón y medio de menores, entre los 5 y los 17 años, realizan ocupaciones no permitidas”, enfatizó.
La también magistrada indicó que garantizar los derechos de niñas, niños y adolescentes es fundamental para construir una sociedad más pacífica.
“Sólo rompiendo los ciclos de violencia que comienzan en la infancia se podrá ir ganando terreno para desarticular muchos de los problemas sociales que tienen origen en la falta de acceso a los derechos”, aseguró.
Fabiana Estrada reconoció que históricamente los sistemas de impartición de justicia han sido poco accesibles y poco efectivos para resolver conflictos que involucran a menores de edad.
“Han sido sistemas con poca sensibilidad a sus características o a su situación de vulnerabilidad”, explicó. Por ello, propuso avanzar hacia una justicia verdaderamente adaptada que contemple el interés superior de la niñez.
“La justicia adaptada no solo implica un cambio de mentalidad, sino también en la estructura de los tribunales. Se requieren espacios adecuados, procedimientos adaptados y capacitación para que jueces y profesionales del derecho trabajen de forma sensible y respetuosa con las infancias”, concluyó.