
Foto: Cuartoscuro
Tres cardenales mexicanos se encuentran entre los perfiles con los que pueden probar suerte los mexicanos.
El pasado 21 de abril el mundo se conmocionó con el fallecimiento de Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, lo que dio inicio al proceso para despedirlo y sustituirlo en el “Trono de San Pedro”.
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Mientras unos lamentan el deceso de quien consideraron el más importante líder religioso de los últimos años, otros aprovechan para probar suerte.
Y es que las casas de apuestas en México no perdieron el tiempo ya han abierto sus puertas a la elección del próximo pontífice.
Una de ellas es la plataforma “Caliente” que contempla a los cardenales que participarán en el cónclave, entre los que destacan el italiano Pietro Parolin, el filipino Luis Antonio Tagle y el ghanés Peter Turkson.
Según los momios de Caliente, el italiano Pietro Parolin, relacionado con una postura “moderada” dentro de la Iglesia católica, es el candidato favorito a ser el nuevo papa, con una línea de +200.
Le sigue Luis Antonio Tagle, adscrito a la línea progresista y reformista del papa Francisco, con un momio de +300.
Luego el guineano Robert Sarah (+450) y el ghanés Peter Turkson (+550). Ambos han resonado en redes sociales al tener la posibilidad de convertirse en el primer “papa negro” en la historia.
Tres cardenales mexicanos se encuentran entre los perfiles que se mencionan para posible sucesor del papa: Francisco Robles Ortega, con un momio de 3 mil 300; Carlos Aguiar Retes, con 5 mil; y Juan Salvador Íñiguez, con 10 mil.
Este último es el más elevado de todos los que se encuentran en la lista e indica que su elección es considerada muy poco probable, aunque con una recompensa alta en caso de ocurrir.
Cabe recordar que solo dos cardenales, Robles Ortega y Aguiar Retes pueden votar y ser votados en el cónclave.
135 cardenales, con una edad promedio de 70 años, se reunirán en el cónclave papal para elegir al próximo pontífice.
El proceso de elección se basa en votaciones secretas, con dos sesiones en la mañana y dos en la tarde. Para ser elegido, un cardenal debe obtener como mínimo dos tercios de los votos.
Al alcanzar esta mayoría, se le consulta si acepta el cargo y qué nombre adoptará. Tras ello se procederá a emitir la fumata blanca que señalará al mundo la elección del papa y el fin del cónclave.