
Foto: Cuartoscuro
Los socios de García Luna habrían celebrado contratos con la gestión peñista relacionados a operaciones fraudalentas.
El caso de Genaro García Luna ha salpicado al expresidente Enrique Peña Nieto y al exsecretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, debido a que los socios del exsecretario de Seguridad, Samuel Weinberg, su hijo Jonathan Alexis Weinberg, y Natan Wancier Taub, habrían realizado operaciones fraudulentas a partir de contratos con el gobierno peñista.
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Recientemente, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) solicitó a autoridades judiciales de Estados Unidos desestimar los cargos en contra de la familia Weinberg para llegar a un acuerdo.
Sin embargo, las autoridades mexicanas han dejado claro que el juicio puede reanudarse si no logran su cometido.
En una serie de columnas, el periodista Raymundo Riva Palacio narra cómo fue que operaron los Weinberg y cómo se formó su relación con Peña Nieto y Osorio Chong.
Tanto Samuel como Jonathan Alexis Weinberg son dueños de Nunvav, empresa de seguridad cuyos servicios fueron contratados por la Policía Federal cuando García Luna era secretario de Seguridad, en el sexenio de Felipe Calderón.
Fue en ese periodo cuando se creó una red de corrupción, en la que el exfuncionario favorecía a Nunvav para obtener contratos a cambio de remuneraciones económicas.
Samuel Weinberg conoció a García Luna cuando formaba parte del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
El llamado ‘superpolicía’ incluso habría vivido en una de las propiedades de los Weinberg en Miami, Florida, cuando terminó el sexenio de Calderón.
En tanto, Jonathan Alexis Weinberg fue detenido el 31 de diciembre de 2023 en la capital española de Madrid a partir de una colaboración entre la Fiscalía General de la República (FGR) y la Policía Nacional de España.
De acuerdo con una columna del periodista Raymundo Riva Palacio, en la trama de García Luna y sus socios también estarían implicados Enrique Peña Nieto y Miguel Ángel Osorio Chong.
Los Weinberg y Wancier Taub habrían celebrado contratos con la gestión peñista a cambio de beneficios.
Antes de que terminara el sexenio de Calderón, los cómplices de García Luna estaban preocupados por la entrada del nuevo gobierno encabezado por Peña Nieto.
Riva Palacio relata que en ese momento recibieron el consejo de acercarse a Jorge Fernández Moreno y Adolfo del Cueto Arámburu.
Fernández Moreno era cercano a Peña, según la información proporcionada por la columna.
“La relación de Fernández Moreno y Peña Nieto era muy cercana. La esposa del financiero era muy cercana a la actriz Angélica Rivera y la acogió en su casa en Miami tras su primer divorcio. En ese periodo, Peña Nieto empezó su noviazgo con ella y la visitaba en Miami, pasando largo tiempo con la pareja anfitriona de Rivera”, se lee en la columna.
Una vez que buscaron establecer enlaces con la administración del priista, Fernández Moreno solicitó un pago a los Weinberg con el objetivo de que pudieran tener privilegios dentro del gobierno.
“Nos solicitó que realizáramos un pago disfrazado de ‘contribución política’ de un millón de dólares para facilitar nuestros próximos negocios con la nueva administración federal de Peña Nieto. Nos aseguró que el mismo Peña Nieto sabría del pago. Este pago se realizó a finales de 2011 o comienzos de 2012 con el concepto de ‘contribución política‘, mediante una transferencia directa a Fernández Moreno”, dice el testimonio de los Weinberg, según Riva Palacio.
Siguiendo el relato expuesto en la columna del periodista, los Weinberg habrían pagado más de 99 millones de dólares “a favor de la organización Peña Nieto/Osorio Chong”.
El periodista también sugiere que el destape de este caso es una señal del pacto que había entre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y el de Enrique Peña Nieto previo a la elección presidencial de 2018.
El acuerdo se trataba de que el priista no iba a intervenir en los comicios para favorecer al excandidato José Antonio Meade a cambio de inmunidad para el mexiquense.
De acuerdo con el columnista, la idea original era “perseguir al exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, apostando a que en algún momento imputaría al expresidente Felipe Calderón”.
Sin embargo, todo cambió cuando los Weinberg y Wancier Taub pidieron a la Fiscalía General el criterio de oportunidad.
Ahora, está por verse si regresarán los 600 millones de dólares que solicitó el gobierno de México mediante una demanda civil contra García Luna y sus socios por el robo de recursos a través del esquema de fraudes.