
Foto: Cuartoscuro
Las acusaciones de presuntos vínculos del narcotráfico recaen sobre el expresidente AMLO, pero también han trastocado a sus antecesores.
El narcotráfico en México no es un fenómeno que inició hace unos años, es un problema que lleva décadas enquistada en la sociedad, llegando hasta las altas esferas políticas en el país.
Los señalamientos de presuntos vínculos con el narcotráfico han llegado hasta expresidentes mexicanos, desde Carlos Salinas de Gortari, en donde los grandes capos alcanzaron un auge; hasta la pasada administración de Andrés Manuel López Obrador, donde sonaron fuerte los señalamientos de supuesto financiamiento, entre otros.
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Carlos Salinas de Gortari fue presidente de México entre 1988 y 1994, época en donde se registró la caída de varios capos.
Las acusaciones sobre vínculos entre el expresidente y el narcotráfico se centran en su hermano, Raúl Salinas de Gortari y su padre Raúl Salinas Lozano.
La detención en 1989 de Félix Gallardo, fue visto como un golpe contundente contra Cártel de Guadalajara, trascendió que dicha acción tuvo como objetivo favorecer al Cártel del Golfo.
En el libro Los Señores del Narco se exhibió que existía una presunta relación cercana entre su padre Raúl Salinas Lozano y Juan Nepomuceno Guerra, contrabandista de alcohol y drogas a Estados Unidos, y líder fundador del Cártel del Golfo.
Además se señala que los vínculos de la familia Salinas no solo se enfocaban al Cártel del Golfo, también supuestas conexiones con Amado Carrillo Fuentes, “El señor de los cielos”.
En 1995, Raúl Salinas de Gortari fue detenido en México por el asesinato del priista José Francisco Ruiz Massieu, pero también se le investigó por enriquecimiento ilícito y presuntos vínculos con el narcotráfico.
En 1998, la Procuraduría Suiza señaló la existencia de evidencias de que el hermano mayor del expresidente estaba involucrado en actividades relacionadas con el narcotráfico, incluyendo el lavado de dinero.
De acuerdo con el medio El Tiempo, la oficina del Procurador General de Suiza señaló que el hermano del expresidente habría guardado al menos 120 millones de dólares en bancos del exterior, la mayor parte en Suiza.
Años más tarde, durante una entrevista con Carmen Aristegui, en 2009, el expresidente Miguel de la Madrid afirmó que Raúl Salinas tuvo contactos con narcotraficantes y que su fortuna, depositada en cuentas en Suiza y Francia, provenía de supuestas actividades ilícitas, incluyendo el narcotráfico; incluso señaló a Carlos Salinas como posible cómplice de la corrupción de su familia.
Ernesto Zedillo, quien fuera presidente de México de 1994 al 2000, también ha recibido señalamientos de presuntos vínculos con el narcotráfico, tras las polémicas declaraciones de Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”, durante el juicio de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Durante el juicio de “El Chapo”, en 2019, Zambada Niebla, hijo de Ismael “El Mayo” Zambada, líder fundador del Cártel de Sinaloa, declaró que en 1997 visitó la Residencia Oficial de Los Pinos.
Testificó que en aquella visita se reunió con el general Roberto Miranda Sánchez, entonces jefe del Estado Mayor Presidencial bajo el gobierno del Zedillo Ponce de León, para pedir un favor.
En ese encuentro “El Vicentillo” habría exigido que cesaran los allanamientos a los negocios de su madre, Rosario Niebla, y sus hermanas en Culiacán, que estaban siendo investigados por presunto lavado de dinero. Sin embargo, Zambada Niebla afirmó que no tuvo contacto directo con el entonces presidente Zedillo.
Durante el juicio, “El Vicentillo” declaró que el Cártel de Sinaloa sobornaba a altos mandos militares durante los gobiernos de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón.
Diversas investigaciones periodísticas señalan a la familia de Nilda Patricia Velasco, esposa de Ernesto Zedillo, con el Cártel de Colima, fundado por los hermanos Amezcua Contreras.
En 2025, el excandidato a ministro César Gutiérrez Priego, hijo del exgeneral Jesús Gutiérrez Rebollo, difundió audios supuestamente grabados por su padre en 1996, en los que presuntamente se escucha a Nilda Patricia Velasco hablando con Jesús Amezcua Contreras, exlíder del Cártel de Colima.
Vicente Fox Quesada, presidente de la república del 2000 al 2006, tampoco ha salido ileso de acusaciones con el narcotráfico, principalmente porque durante su sexenio se dio la primera fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
El entonces presidente apenas había tomado posesión el 1 de diciembre del 2000, cuando casi 50 días después, la noche del 19 de enero de 2001, Guzmán Loera escapó de la prisión de Puente Grande en Jalisco, a bordo de un carro de lavandería.
En una entrevista con Univisión, Vicente Fox se deslindó de la primera fuga del líder fundador del Cártel de Sinaloa.
“Ni yo lo permití ni a mí se me escapó… Se escapó de una cárcel seguramente con muchas mañas y mucha corrupción. De hecho, hay muchos funcionarios de esa cárcel de Jalisco pagando condenas porque fueron responsables de esa fuga”, indicó Fox.
Durante el juicio del “Chapo” Guzmán en Nueva York, el narcotraficante colombiano Alex Cifuentes, quien colaboró con el Cártel de Sinaloa, acusó que Vicente Fox, supuestamente recibió sobornos millonarios del cártel; sin embargo el juez Brian Cogan las declaró “irrelevantes” para el caso.
En el mismo tono, “El Vicentillo” Zambada declaró que el Cártel de Sinaloa sobornó a altos mandos militares durante el gobierno de Vicente Fox, pero negó que el mandatario recibiera estos pagos ilícitos de manera directa.
Durante el sexenio de Vicente Fox, Genaro García Luna comenzó a conseguir relevancia como titular de la Agencia Federal de Investigación (AFI).
En 2023, García Luna fue declarado culpable tras su juicio en la Corte de Nueva York por recibir sobornos del Cártel de Sinaloa para facilitar sus operaciones.
Esto luego de que Jesús “El Rey” Zambada, hermano de “El Mayo” declaró en el proceso judicial en contra del “ex superpolicía” que entregó 3 millones de dólares a García Luna durante el gobierno de Fox para nombrar a Norberto Vigueras Beltrán como jefe regional de la AFI en Culiacán, Sinaloa.
Felipe Calderón, presidente del 2006 al 2012, inició la llamada “guerra contra el narcotráfico”, que recrudeció la violencia en México con el aumento de homicidios y la pugna entre los cárteles.
Sin embargo, el principal señalamiento es hacia Genaro García Luna a quien nombró como secretario de Seguridad Pública y el encargado principal de su estrategia contra el narcotráfico, dando como resultado la ejecución de Arturo Beltrán Leyva, líder del Cártel de los Beltrán Leyva, principal rival de CDS.
Durante el juicio de Guzmán Loera en Nueva York, el narcotraficante colombiano Alex Cifuentes, afirmó que “El Chapo” le comentó que presuntamente le había entregado sobornos a Felipe Calderón, aunque no especificó montos ni fechas precisas, por lo que fue desestimada por el juez Cogan.
Por su parte, Jesús “El Rey” Zambada no acusó directamente a Calderón, afirmó que Genaro García Luna recibió sobornos millonarios durante el sexenio de Fox, así como de su sucesor.
Durante su dominio en la Secretaría de Seguridad, García Luna habría recibido 50 millones de dólares en sobornos para proteger las operaciones del Cártel de Sinaloa.
En febrero de 2023, fue el turno del exfiscal de Nayarit, Édgar Veytia, quien durante el juicio contra el secretario de Seguridad testificó que en 2011 el entonces gobernador de Nayarit, Ney González, le dio la instrucción de proteger al “Chapo” Guzmán.
Según su testimonio, el entonces gobernador regresaba de una reunión en la Ciudad de México con el presidente Calderón y García Luna, en donde se le dijo que “la línea era el Chapo”. Lo que significaba “que también debíamos proteger a esa facción del cártel de Sinaloa que peleaba con los Beltrán Leyva”, explicó.
Tras esas declaraciones, Felipe Calderón rompió el silencio y rechazó las acusaciones de Édgar Veytia: “ahora niego categóricamente las absurdas declaraciones que reporta la prensa que hizo hoy el testigo Veytia. Lo que señala sobre mí es una absoluta mentira. Nunca negocié ni pacté con criminales”, señaló Calderón a través de X.
De acuerdo con La Octava, en 2020, la periodista Anabel Hernández afirmó que Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie” y Beltrán Leyva supuestamente acudieron a una cita en Los Pinos, durante el sexenio de Calderón. Reuniones que presuntamente eran encabezadas por el propio expresidente.
Enrique Peña Nieto, presidente de México de 2012 a 2018, también ha sido señalado por presuntamente participar en reuniones con narcotraficantes, además del crédito por la recaptura del “Chapo”, tras 13 años de libertad, así como su escandalosa fuga del penal de máxima seguridad del Altiplano.
Peña Nieto se desempeñaba como gobernador del Estado de México cuando presuntamente participó en una reunión organizada por el cantante Joan Sebastian, en una finca en Juliantla, Morelos, en la que habrían estado presentes Arturo Beltrán Leyva, así como Edgar Valdéz Villarreal, alias “La Barbie”.
Así lo reveló la periodista Anabel Hernández, quien afirmó que el compositor mexicano convocó a dicha reunión con los líderes criminales y el entonces gobernador para hacer “negocios”.
De acuerdo con reportes, Beltrán Leyva tenía diversas casas de seguridad en Estado de México, además de contar con protección de la Policía Municipal y Estatal de esa entidad.
Durante el juicio de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se reveló que los líderes del Cártel de Sinaloa, al que pertenecían miembros de los Beltrán Leyva, supuestamente entregaron millones de pesos, para la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto.
La detención del exsecretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, en octubre de 2020, en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, destapó una serie de acusaciones en contra del general del Ejército.
Cienfuegos contaba con un expediente de la Agencia de Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en donde exhibían presuntos acuerdos entre el titular de la Sedena y jefes de Los Beltrán Leyva, el “H2” y el “H9”.
La DEA contaba con una carpeta de investigación en donde se mostraron mensajes interceptados a través de BlackBerry Messenger, en los que presuntamente se identificó a Cienfuegos como “El Padrino”, además de referirse al entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, como “Chon”, por la supuesta entrega de dinero.
Las acusaciones contra el expresidente Andrés Manuel López Obrador se centran principalmente en supuestos financiamientos a sus campañas presidenciales de los años 2006, 2012 y 2018, así como su política de “abrazos no balazos” en contra de los criminales durante su sexenio.
Reportajes de ProPublica, Deutsche Welle e Insight Crime publicados a inicios del 2024, relevaron la existencia de información en la DEA, que datan del 2010 y 2011, en donde señalan que el Cártel de Sinaloa habría aportado entre 2 y 4 millones de dólares a la primera campaña presidencial de AMLO.
Según estos reportes, el dinero habría sido entregado a operadores como Nicolás Mollinedo Bastar, quien fuera su jefe de logística, a cambio de impunidad para las operaciones del Cártel de Sinaloa, si López Obrador ganaba el proceso electoral.
Un artículo de The New York Times, publicado en febrero de 2024, reveló que la DEA investigó posibles aportaciones del narcotráfico a la campaña presidencial del tabasqueño en 2018, en la cual logró ganar.
Según el reporte, un informante reveló a investigadores de la agencia que una persona cercana a López Obrador supuestamente se reunió con Ismael “El Mayo” Zambada García, fundador del Cártel de Sinaloa, previo a su victoria en las elecciones de 2018.
Además, se mencionaron videos en poder de cárteles que supuestamente mostraban a los hijos de AMLO recibiendo dinero del narco; sin embargo, la DEA archivó la investigación por falta de pruebas directas contra el entonces presidente.
Previo a ser secretario de Estado de EUA, Marco Rubio lanzó serias acusaciones en contra de López Obrador. En 2022, el entonces legislador republicano lo señaló por supuestamente “entregar a México al narco”.
“Ha entregado secciones de su país a los cárteles de la droga”, acusó Rubio luego de que AMLO declinó a ir a la Cumbre de las Américas en Estados Unidos.
A estas acusaciones, se suma la reciente polémica de Alfonso Romo, propietario de Vector Casa de Bolsa, luego de que el Departamento del Tesoro de EUA señaló que existen elementos para determinar que dicha empresa habría facilitado operaciones de lavado de dinero del Cártel de Sinaloa.
La Red de Control de Delitos Financieros del Tesoro (FinCEN) señaló operaciones realizadas en los años de 2019 y 2023. El primero, ocurrido mientras este se desempeñaba como jefe de Oficina de Presidencia.
La polémica que salpica a Romo, se suma a los señalamientos de una supuesta lista de funcionarios de Morena por presuntos vínculos con el crimen organizado.
El medio británico Reuters, señaló que el Gobierno de Donald Trump supuestamente estaba presionando al Gobierno de México para que investigara y procesara a políticos morenistas, entre ellas la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, a quien previamente se le había revocado su visa para ingresar a aquel país.
Sin embargo, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) negó a través de redes sociales que Estados Unidos les haya solicitado investigar a algún funcionario.
Por su parte, el Departamento de Estado no aclaró si había hecho o no solicitudes para que se investigara a políticos, pero dijo que no se había ofrecido ningún “alivio arancelario” a cambio.