
Foto: Cuartoscuro
El núcleo duro de Morena criticaba el militarismo, pero ahora refrendan la Guardia Nacional.
Este martes, la Cámara de Diputados aprobó la reforma a la Ley de la Guardia Nacional, abriendo paso a la militarización de la seguridad pública del país.
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Además de avalar el dictamen para que la GN pueda tener una estructura similar a la del Ejército, legisladores de la 4T votaron a favor de las modificaciones que otorgan varias facultades a la corporación.
Entre los polémicos cambios que se aprobaron destacan:
A partir de estos planteamientos, la oposición denunció que Morena busca implementar un gobierno espía y consolidar una militarización de la vida pública del país, como señaló la diputada de Movimiento Ciudadano, Laura Ballesteros.
Pese a las críticas, el núcleo duro de Morena ha defendido con capa y espada la consolidación de la Guardia Nacional, sin tomar en cuenta que en un pasado, se manifestaron en contra de la militarización que ahora defienden.
El exvocero del expresidente Andrés Manuel López Obrador y actual coordinador de asesores de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, era una de las voces más críticas en contra de la militarización.
Cuando se discutía la Ley de Seguridad Interior en el sexenio de Enrique Peña Nieto, Ramírez Cuevas calificó la propuesta de utilizar a fuerzas militares para desempeñar tareas de seguridad como una medida ‘dictatorial’.
En diciembre de 2017, previó a la publicación de la ley en el Diario Oficial de la Federación (DOF), Jesús Ramírez publicó un mensaje en X, antes Twitter, lanzándose en contra de la propuesta de EPN: “Ahora la Ley de Seguridad Interior, va por militarización, es un retroceso”.
Sin embargo, cuando la Guardia Nacional cumplió un año de existencia, ya en el gobierno de López Obrador, el entonces portavoz respaldó a la corporación por ser una “fuerza de paz”.
De misma manera, quien cambió de postura sobre el uso de militares para tareas de seguridad, es la exsenadora y actual titular de la Secretaría de las Mujeres, Citlalli Hernández.
En el contexto de la discusión de la Ley de Seguridad Interior, Hernández fue también una de las principales opositoras a la iniciativa.
“Con esta ley el presidente podrá utilizar las fuerzas militares a discreción. Se necesita un correcto marco normativo. Necesitamos seguridad sin guerra y no una Ley de Seguridad Interior que genere un cheque en blanco este régimen autoritario”, escribió en el pasado.
Tiempo después, la morenista defendió la creación de la Guardia Nacional, argumentando que ésta iba a estar bajo mando civil después de un periodo de cinco años. No obstante, la institución pasó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a través de una reforma planteada por López Obrador en septiembre del año pasado.
“Todo esto podrá cimentar el camino hacia la justicia y paz que anhela la ciudadanía”, publicó después de la aprobación de la reforma en el Senado.
Cuando fue senador de la República, Mario Delgado se opuso a la Ley de Seguridad Interior, por los mismos argumentos que expusieron los opositores a la propuesta.
“No a la militarización, no a la Ley Golpista”, publicó el ahora secretario de Educación Pública.
Ya como presidente nacional de Morena, Delgado respaldó la integración de la GN a la Sedena, en una acción que fue vista como una legitimación de la militarización.
“Es falso que se proponga la militarización del país; lo que quiere el presidente es blindar a la Guardia Nacional hacia el futuro para que quede bajo el amparo de la Sedena y garantizar su disciplina e integridad”, se lee en el tuit que subió en agosto de 2022.
El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, también estuvo en contra del militarismo, y no solo de la que se acusaba en la iniciativa de Peña, sino también criticó la propia creación de la Guardia Nacional en un principio.
Cuando era diputado del Partido del Trabajo (PT), Noroña alegaba que la corporación ideada por AMLO buscaba la intervención del Ejército en el tema de la seguridad.
“Claro que es una militarización disfrazada de Guardia Nacional”, reaccionó Noroña ante una nota publicada en primera plana de Milenio en noviembre de 2018 sobre las preocupaciones que había en torno a las funciones de la nueva institución.
Pero el año pasado, el exdiputado pareció olvidarse de su posicionamiento y destacó el trabajo de la Guardia.
“Es falso que la Guardia Nacional sea un fracaso. Las policías de élite en todo el mundo están formadas, en su mayoría, por fuerzas militares, como sucede en Francia y España”, arguyó.
En el combate contra el narcotráfico que emprendió el expresidente Felipe Calderón, López Obrador no respaldaba el uso del Ejército para combatir la delincuencia.
“Debe fortalecerse el poder civil con el establecimiento de la democracia. El militarismo no es solución”, publicó el experredista acompañado de un video en el que también pedía no usar las fuerzas militares para “suplir las incapacidades de los gobiernos civiles”.
Ocho años después, cuando llegó a la Presidencia de México, López Obrador justificó la creación de una nueva Guardia Nacional, a partir de la extinción de la Policía Federal, para poder instaurar paz y seguridad en el país.