
Foto: Tomado de CNN - Lou Chukman
Ovidio Guzmán aceptó colaborar con las autoridades de Estados Unidos; se abre la puerta a posibles investigaciones contra políticos mexicanos.
Ovidio Guzmán López, alias El Ratón, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró culpable ante una corte federal en Chicago de cuatro delitos graves relacionados con narcotráfico internacional y delincuencia organizada.
Durante la audiencia, el capo sinaloense aceptó haber liderado una organización criminal responsable del tráfico de drogas como fentanilo, heroína, cocaína y metanfetamina hacia Estados Unidos.
La declaración de culpabilidad de Ovidio forma parte de un acuerdo con los fiscales estadounidenses para obtener una sentencia menor a la cadena perpetua.
A cambio, deberá convertirse en testigo colaborador, lo cual podría incluir testimonio directo, asistencia y entrega de información sobre el funcionamiento interno del Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con lo reportado por el periodista Arturo Ángel, la colaboración de Ovidio será evaluada durante los próximos seis meses, plazo en el que le dará sentencia.
La Fiscalía de Estados Unidos aún no ha revelado públicamente el alcance de las declaraciones de Ovidio ni los nombres que podrían surgir durante su cooperación. Sin embargo, es claro que el gobierno estadounidense aprovechará su papel para avanzar en investigaciones ya iniciadas y abrir nuevas líneas de acción contra redes de complicidad entre narcotráfico y política.
En ese sentido, Ovidio podría convertirse en pieza clave contra otros líderes del Cártel de Sinaloa, como Ismael “El Mayo” Zambada, así como contra políticos que habrían facilitado las operaciones del crimen organizado a cambio de apoyo económico o electoral.
La jueza Sharon Coleman fijó la audiencia de sentencia para dentro de seis meses, es decir, en enero de 2026. Durante ese periodo, se evaluará el grado de cooperación de Ovidio con las autoridades estadounidenses.
De ser considerado un testigo útil, podría evitar la cadena perpetua y recibir una condena reducida. El periodista Jesús García, de La Opinión, detalló que la decisión final estará completamente condicionada a la calidad y cantidad de información que Guzmán López entregue en los próximos meses.
Mientras tanto, el juicio de Ovidio Guzmán se perfila como un punto de inflexión que podría sacudir tanto al crimen organizado como a la política mexicana.
Aunque no se ha hecho pública la lista de objetivos de la Fiscalía de EUA, fuentes cercanas a las investigaciones, así como reportajes periodísticos y filtraciones en medios internacionales, apuntan a que Estados Unidos podría centrar su atención en políticos mexicanos, particularmente aquellos ligados a Morena y al gobierno de la Cuarta Transformación.
En el pasado, autoridades estadounidenses ya han señalado o investigado a diversos funcionarios, gobernadores e incluso expresidentes mexicanos por supuestos vínculos con el crimen organizado. Entre ellos figuran:
La lista no termina ahí. El periodista Raymundo Riva Palacio reveló recientemente que Estados Unidos tendría una lista de al menos 300 personajes mexicanos, entre políticos, empresarios y artistas, bajo investigación por supuestos nexos con el crimen organizado.
Las acusaciones más graves han llegado hasta el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Desde investigaciones periodísticas de ProPublica, The Spectator y The New York Times, hasta declaraciones de altos funcionarios como Marco Rubio o del expresidente Donald Trump, apuntan a presuntos pactos del mandatario con el Cártel de Sinaloa durante su gobierno.
En ese contexto, la figura de Ovidio Guzmán como testigo colaborador adquiere relevancia: su testimonio podría confirmar —o desechar— algunas de las acusaciones más delicadas que han sacudido la política mexicana en los últimos años.
El antecedente del juicio contra Joaquín Guzmán, en el que se mencionaron nombres como Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, marca el camino que ahora podría seguir El Ratón.