
Foto: Cuartoscuro
En noviembre de 2024, la Corte se preparaba para invalidar la reforma judicial; sin embargo, el voto del ministro fue decisivo y el proyecto que tumbaba dicha reforma fue desechado.
En su última sesión con la conformación actual, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) despidió a sus ministros con una mezcla de emociones.
Con la inminente llegada de los nuevos integrantes elegidos por voto popular —resultado de la reforma judicial impulsada por Morena— los aplausos resonaron en la sala, pero no para todos.
No solo te informamos, te explicamos la política. Da clic aquí y recibe gratis nuestro boletín diario.
Mientras ministros como Norma Piña, Javier Laynez y Margarita Ríos-Farjat recibieron muestras de respeto y afecto, hubo una notable excepción: la ministra Lenia Batres. Y en medio de los elogios, la controversia se centró en Alberto Pérez Dayán, quien fue aplaudido por algunos, pero señalado como “traidor” por otros.
Un video que circuló en redes sociales captó la indignación de los usuarios, quienes cuestionaron las muestras de apoyo a Pérez Dayán.
“¿Por qué le aplaudieron al imbécil de Pérez Dayan? Una completa tristeza”, escribió una persona, reflejando el sentir de quienes lo acusan de haber traicionado al Poder Judicial.
La controversia tiene un origen claro: el voto de Pérez Dayán en la sesión del 5 de noviembre de 2024. Ese día, el Pleno de la Corte discutía la invalidación de la reforma judicial promovida por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Todo parecía indicar que se lograría echar abajo la reforma, pues el bloque de 8 ministros que se habían posicionado en contra contaban con la mayoría para llevar a cabo la histórica acción.
Sin embargo, el ministro se opuso a la propuesta de su colega Juan Luis Alcántara Carrancá, cuyo dictamen buscaba invalidar la reforma. “No coincido con la propuesta”, señaló Pérez Dayán, argumentando que invalidar la reforma sería una “insensatez que evade irresponsablemente el texto supremo”.
Sigue el canal de Político MX en WhatsApp
Consideró que el máximo tribunal estaba dejando de lado varios criterios establecidos con anterioridad en el tema, pues el proyecto establecía considerar la reforma constitucional como una ley federal de naturaleza electoral, cosa con la que no estuvo de acuerdo.
“Resolver en el sentido que propone la propuesta sería, lo digo con todo respeto (...) responde a una insensatez que evade irresponsable al texto supremo, con otra insensatez”.
Su voto en contra fue decisivo. El proyecto no alcanzó la mayoría necesaria y fue desechado, sellando así el destino de la reforma. A partir de ese momento, Pérez Dayán fue catalogado como un “traidor” por trabajadores del Poder Judicial y líderes de la oposición.