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Eduardo Cervantes, exdirigente de Morena en Ciudad de México, denunció que el enemigo de Morena está dentro del propio partido.
Eduardo Cervantes, exdirigente de Morena en Ciudad de México, fue separado de su cargo después de haber criticado a varios sectores del partido por incumplir con los principios del movimiento fundado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
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Su salida al frente del Programa de Formación de Formadores de Morena la dio a conocer a través de un mensaje en chats del partido guinda.
“Me permito informarles, queridas compañeras y compañeros, que hace un par de horas fui informado de mi separación de la responsabilidad que tenía en el Programa de Formación Política del CEE, por decisión de este órgano y del Presidente del mismo”, informó.
Esta acción refleja las crecientes disputas en la Cuarta Transformación que van generando más grietas rumbo a las elecciones de 2027 y de 2030, contiendas clave para la continuidad de Morena.
El pasado 24 de agosto, durante la conferencia de prensa “La Chilanguera”, Cervantes advirtió que dentro del partido hay perfiles que no acatan los fundamentos de austeridad y honestidad, afectando la imagen de la misma fuerza política.
“En nuestro partido hay mucha gente que miente, que es corrupta y que no comparte los fundamentos del proyecto de transformación de México. Yo creo que el principal enemigo de Morena está dentro de Morena”, apuntó.
Asimismo, denunció que hay integrantes con la ideología del “viejo régimen” –aludiendo a priistas– quienes ponen en riesgo la rentabilidad electoral del partido, así como su estabilidad.
En ese sentido, alegó que rumbo al 2027, hay muchas pugnas internas por intereses.
“Si no actuamos críticamente, vamos a seguir teniendo perfiles inadecuados en las candidaturas (...) y las derrotas se van a multiplicar. ¿Quiénes ponen esas candidatas y candidatos? Los lidercillos regionales, los diputados locales, los jefecillos municipales. No se definen o se eligen o se designan por perfiles, sino por pertenencia a grupos de poder locales”, expuso.
Finalmente, sin referirse a casos como el de ‘Andy’ López Beltrán o el de Gerardo Fernández Noroña por sus lujos, el exdirigente morenista criticó el desobedecimiento al principio de la justa medianía.
“Si vamos a estar anhelando los mejores restaurantes, y los hoteles cinco estrellas, y las clases especiales en los aviones, y la hija en Disneylandia, y el hijo más grande en una universidad de Europa… ¡uta madre!”, expresó.
Fueron estos comentarios los que generaron inconformidad dentro de algunos cuadros morenistas, y los que pudieron haber propiciado la salida de Eduardo Cervantes en el Programa de Formación de Formadores del partido.
Después de las polémicas declaraciones, el Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Ciudad de México emitió un comunicado aclarando que las opiniones vertidas por Cervantes no reflejan la postura del partido, lo que exhibió diferencias con sus puntos de vista.
Y sobre los comentarios de que en Morena hay perfiles que son impulsados por grupos de poder locales, el partido sentenció: “Hemos tenido una excelente coordinación con todos los actores políticos emanados de nuestro movimiento, tanto diputados locales y federales, alcaldes y alcaldesas, concejales, senadores e integrantes del poder ejecutivo a nivel local y nacional”.
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No obstante, las palabras del exlíder morenista no sentaron bien en la dirigencia local a cargo de Héctor Díaz-Polanco; tampoco recibieron el visto bueno del Secretario de Gobierno, César Cravioto, ni de la coordinadora del grupo parlamentario de Morena en el Congreso capitalino, Xóchitl Bravo.
“Hizo un conjunto de declaraciones y enjuiciamiento de la situación del partido a escala nacional que son, por supuesto, y eso quiero aclarar, opiniones personales”, dijo Díaz-Polanco.
Por su parte, Paulo Emilio García, vocero del grupo parlamentario de Morena en el Congreso de la CDMX, negó que en el caso de Eduardo Cervantes existiera censura.
“No hay censura, jamás yo me atrevería a revisar y a rasurar los discursos de los compañeros, creo que eso no es parte de lo que representa un movimiento abierto, progresista y democrático (...) Yo creo que lo que dijo en aquel momento el compañero Eduardo fue de buena fe con el objetivo de fortalecer al movimiento”, resaltó.
No obstante, García matizó en que las críticas hacia Morena deben de realizarse en espacios internos, entre propios morenistas, para dirimir diferencias y evitar la ventilación de conflictos que podrían dañar a Morena.