
Foto: Cuartoscuro
Ricardo Salinas Pliego gana notoriedad en la política; encuestas lo perfilan como posible candidato presidencial en 2030.
En los últimos años, el empresario Ricardo Salinas Pliego ha pasado de ser reconocido como presidente de Grupo Salinas y dueño de TV Azteca a convertirse en una de las voces más visibles y disruptivas dentro de la conversación política nacional.
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Crítico frontal de la Cuarta Transformación y de Morena, el magnate ha logrado transformar su figura en la de un opositor con creciente proyección pública, lo que lo ha llevado a ser considerado incluso como posible candidato presidencial en las elecciones de 2030.
Lo que comenzó como una serie de declaraciones contra el rumbo del país y las decisiones del oficialismo, se ha convertido en un proyecto que combina discurso, movimiento político y respaldo ciudadano en las encuestas.
Hoy, el nombre de Salinas Pliego aparece en los sondeos, en los rankings de personajes mejor posicionados e incluso como el empresario con mayor respaldo para competir por la Presidencia.
La relación de Salinas Pliego con el poder político ha tenido claroscuros.
Al inicio del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, el empresario mantuvo cercanía con el entonces presidente, colaborando en el Consejo Asesor Empresarial y apoyando la dispersión de programas sociales mediante Banco Azteca.
Sin embargo, la relación se fracturó a mitad del sexenio debido a lo que él mismo calificó como un proceso de centralización del poder y debilitamiento de las instituciones.
Desde entonces, el empresario se ha consolidado como uno de los críticos más duros del oficialismo, acusando a Morena de promover el clientelismo a través de programas sociales, de tolerar la corrupción y de tener presuntos vínculos con el crimen organizado.
Su discurso, cargado de mensajes directos, se ha posicionado como un referente para quienes buscan una voz opositora con fuerza y sin tapujos.
Las encuestas muestran que la figura de Salinas Pliego ha dejado de ser marginal para convertirse en competitiva.
Los datos, aunque diversos según la casa encuestadora, coinciden en un punto: Salinas Pliego ya compite de manera real con políticos tradicionales como Samuel García, Jorge Álvarez Máynez, Luis Donaldo Colosio Riojas y Ricardo Anaya.
Parte de la notoriedad del empresario proviene de su estilo al hablar.
Confrontativo, polémico y sin filtros, Salinas Pliego ha construido un discurso basado en cuatro grandes ejes:
Su narrativa conecta con un sector amplio de la ciudadanía que busca un perfil diferente al político tradicional: un líder empresarial con voz fuerte, visión clara y capacidad para confrontar al poder.
Más allá de los pronunciamientos, Salinas Pliego ha dado un paso hacia la organización política con la creación del Movimiento Anticrimen y Anticorrupción (MAAC).
El movimiento, presentado en septiembre de 2025, convoca a ciudadanos, académicos y periodistas en torno a principios básicos: vida, propiedad, libertad, y rechazo a la corrupción y la criminalidad.
Con ello, busca articular una red de apoyo ciudadano que trascienda su papel empresarial y lo proyecte como un líder capaz de movilizar simpatizantes.
El ascenso político de Salinas Pliego también ha estado marcado por fuertes controversias.
Ha denunciado que el gobierno utiliza al SAT para perseguirlo políticamente, inflando una deuda fiscal que califica de “exorbitante” y destinada a silenciarlo.
Desde su perspectiva, los ataques en las conferencias matutinas de AMLO y Sheinbaum forman parte de una estrategia de persecución política para debilitarlo.
Pese a ello, ha combinado la confrontación con gestos de institucionalidad, como cuando propuso a Sheinbaum abrir una mesa de diálogo para resolver las diferencias de manera transparente, subrayando que lo que está en juego no es un pleito personal, sino la confianza empresarial y el futuro económico del país.
La figura de Ricardo Salinas Pliego ha dejado de ser exclusivamente empresarial para convertirse en una de las más visibles y disruptivas de la política mexicana rumbo a 2030.
Sus encuestas muestran que es el empresario mejor posicionado para competir por la Presidencia, su discurso lo coloca como el crítico más fuerte de Morena, y su movimiento político empieza a darle estructura a esa notoriedad.
Aunque todavía no ha confirmado una candidatura, su irrupción ya lo consolidó como un perfil que podría darle batalla real a la 4T, convirtiéndose en una de las cartas más fuertes de la oposición.