LOS LÍDERES DE LA POLÍTICA

Opinión

Sin crecimiento

El periodista Sergio Sarmiento habla del nulo crecimiento que México ha tenido en su economía bajo los gobiernos de la Cuarta Transformación.

Recesión en la economía

Foto: Cuartoscuro

Sergio Sarmiento

Sergio Sarmiento

Publicada: oct 22 a las 07:47, 2025

Hasta ahora todo le ha salido a pedir de boca a la presidenta Sheinbaum. Su popularidad se mantiene a niveles muy altos, tanto o más que el expresidente López Obrador.

A través de una serie de maniobras, como el chapulineo de legisladores y la compra de algunos senadores, que le permitieron obtener una mayoría calificada en el Congreso que Morena y sus aliados no obtuvieron en las urnas, ha logrado concluir la agenda de reformas que le heredó su predecesor, entre ellas el sometimiento del poder judicial al ejecutivo y el debilitamiento del amparo.

Ya ningún presidente tendrá que decir a los jueces, como AMLO, “y que no me salgan con el cuento de que la ley es la ley”. Ahora la ley es lo que dice la presidenta. Hemos regresado al tiempo del PRI de los sesenta y setenta.

La economía no ha caído en recesión, como muchos economistas temieron tras la toma de posesión de Donald Trump y sus constantes amenazas de aranceles. La economía mexicana crecerá alrededor de 1 por ciento en este 2025, lejos del 2 por ciento de Peña Nieto, pero por lo menos no caerá en la temida recesión.

Para 2026 se pronostica un crecimiento de 1.5 por ciento. Son cifras, sin embargo, que apenas rebasan el crecimiento poblacional. El peso se ha mantenido estable a niveles inferiores a los 19 pesos por dólar. Esto genera certidumbre y ayuda a combatir la inflación.

El pueblo bueno está contento, en buena medida por la creciente cantidad de recursos que el gobierno reparte a través de los programas sociales. Pocos, o nadie, se dan cuenta de que estos programas, en una economía que no crece, están destinados a quebrar al país en el mediano o largo plazo.

La presidenta Sheinbaum, en lugar de moderar la expansión de estos programas, ya ordenados por la Constitución morenista, los incrementa. En este momento está preparando la entrega de una nueva “pensión” para mujeres de 60 a 64 años.

Después entraría la ya conocida pensión de adultos mayores. Estas nuevas dádivas deben ser suficientes para lograr triunfos electorales en las elecciones intermedias de 2027 y las presidenciales de 2030.

Pero ¿es sostenible la situación? Solo por un tiempo. No hay registros históricos de un país que haya podido construir prosperidad sin crecimiento económico. El nuevo ogro filantrópico de Morena depende de que haya suficientes recursos para repartir.

En un principio López Obrador entendió la necesidad de mantener finanzas públicas sanas, si no para generar una expansión económica, sí por lo menos para evitar una crisis. Ya en el último año de su mandato, sin embargo, el déficit se disparó, tanto por el afán de comprar votos como el de terminar una serie de obras faraónicas, como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, condenadas a perder dinero.

Déficit de presupuesto significa deuda. Si bien López Obrador prometió no endeudar al país, ha presidido sobre el crecimiento más notable de la deuda pública desde López Portillo. Cuando asumió el poder en 2018, la deuda era de 10 billones de pesos. En 2026 llegará a 20 billones.

La compra de votos es una forma eficaz de conquistar el poder. Lo hizo Julio César en el siglo I antes de Cristo, pero tarde o temprano los recursos se agotan.

Un país no puede salir adelante si no genera crecimiento y prosperidad. El problema es que las políticas de Sheinbaum no están diseñadas para eso.

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