
Foto: Captura de Pantalla
Tras su asesinato, en redes sociales han revivido declaraciones que el presidente municipal dio en el pasado sobre la situación que vivía en Michoacán.

El asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, Michoacán, ha generado consternación e indignación por la crisis de inseguridad que atraviesa la entidad, que en las últimas semanas, ha acumulado una serie de homicidios perpetrados contra personajes que han alzado la voz en contra del crimen organizado.
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Pero también ha revivido declaraciones que el presidente municipal dio en el pasado sobre la situación que atraviesa la región frente a la delincuencia y su postura al respecto.

Conocido por postura frontal, en más de una ocasión, Manzo pidió a las autoridades tener tolerancia cero al crimen, incluso sugiriendo que para eliminar a los grupos delictivos había que afrontarlos.
“No puede haber abrazos para los delincuentes, para los delincuentes debe de haber chingadazos”, dijo en una entrevista con Azucena Uresti para Grupo Fórmula.
Su posición le valió amenazas, y por esa situación, hace unos días –apenas el pasado lunes– concedió otra entrevista en la que fue consultado sobre sí había pensado en tener un relevo dentro de la administración de Uruapan en caso de que muriera por un ataque.
“Lo voy a poner lo más suave posible. En caso que tu faltaras –siendo alcalde–, ¿tú tienes quien te releve?”, preguntó el periodista Samuel Ponce en el programa llamado “Los demonios sueltos”.
“Esperemos que no pase, pero es algo que está presente siempre día con día, en un accidente, en una agresión (...) Muchas cosas pueden estar presentes para que se den esos hechos”, respondió.
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Cinco días después de emitir dicha respuesta, Manzo fue asesinado durante el Festival de las Velas que se lleva a cabo en Uruapan con motivo del Día de Muertos.
La escena fue una fotografía de lo que vive Michoacán: ejecuciones a la vista de la población en medio de disputas entre grupos criminales y un clima de inseguridad que impera en el estado.