
Foto: Foto Redes Sociales / Cuartooscuro
La presidenta hizo un llamado ante los amagos de intervenir la embajada por parte de Jose Jerí presidente de Perú

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, indicó que se violarían todas las normas internacionales si el gobierno de Perú avala la irrupción en la embajada de México en Lima.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum dijo que los amagos realizados por el presidente de Perú, Jose Jerí de intervenir en la embajada es una violación a la soberanía nacional.
Los señalamientos del mandatario peruano, realizados el pasado 23 de noviembre, sostienen que su administración está dispuesta a asaltar la Embajada mexicana en aquel país, después de que el gobierno de México otorgara asilo político a la ex primera ministra Betssy Chávez.
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La titular del ejecutivo resaltó que el asilo a la exprimera ministra es un derecho reconocido por las leyes internacionales en materia de derechos humanos.
“Podemos tener diferencias pero siempre en el marco de la ley internacional”, dijo.
La titular del ejecutivo también recordó los hechos ocurridos en Ecuador, el 5 de abril de 2024, donde por instrucciones del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, la embajada mexicana fue tomada por elementos militares para sacar a la fuerza al exvicepresidente Jorge Glas, provocando la ruptura de la relaciones diplomáticas en ambos países.
La tensión diplomática entre México y Perú se originó tras la destitución del presidente peruano Pedro Castillo en diciembre de 2022, a raíz de su intento de disolver el Congreso.
El gobierno mexicano, encabezado en ese momento por Andrés Manuel López Obrador, se negó sistemáticamente a reconocer la legitimidad de la sucesora, Dina Boluarte, a quien calificó de “presidenta espuria”, manteniendo un firme apoyo a Castillo. Este respaldo constante llevó a Perú a tomar medidas como la declaración de ‘persona non grata’ al embajador mexicano y, posteriormente, a los presidentes de México, argumentando una inaceptable injerencia en sus asuntos internos.
El conflicto escaló durante los años siguientes, manteniendo las relaciones en un estado de congelamiento y constante roce verbal. Aunque la ruptura es formal y obligó al retiro de embajadores de ambos países, tanto México como Perú aseguran que mantendrán activas las relaciones consulares para la atención de sus respectivos ciudadanos y que las relaciones comerciales bilaterales continuarán sin afectaciones.