
Foto: Tomada de X
Mario Alberto “N”, alias “El Betito”, permanecerá recluido mientras se define su situación legal tras ser detenido recientemente en Nuevo León.

Un juez de control dictó prisión preventiva justificada a Mario Alberto “N”, mejor conocido como “El Betito”, sobrino del exlíder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén.
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La medida cautelar fue impuesta este 25 de diciembre durante la audiencia inicial, donde el Ministerio Público Federal lo imputó por su probable responsabilidad en delitos contra la salud y portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército.
El pasado lunes 22 de diciembre, Mario Alberto fue detenido durante un operativo de inteligencia en una zona comercial de alta plusvalía al sur de Monterrey. “El Betito” fue interceptado en el estacionamiento de un centro comercial mientras se encontraba a bordo de una camioneta.
Durante la revisión, las fuerzas de seguridad aseguraron un arsenal y diversas dosis de droga que confirman la gravedad de los cargos:
Junto con él, fueron detenidos dos presuntos cómplices identificados como Raúl “N” y Kevin “N”, quienes también enfrentan cargos similares.
En la audiencia celebrada este jueves, la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) logró que el juez calificara de legal la detención. No obstante, la defensa legal de “El Betito” solicitó la duplicidad del término constitucional.
Esto significa que el plazo para definir si es vinculado a proceso se ampliará de 72 a 144 horas. Mientras se cumple este tiempo, el imputado deberá permanecer interno en prisión preventiva oficiosa a la espera de la próxima audiencia que determinará su futuro legal.
Mario Alberto “N” no es un desconocido para las autoridades. Es hijo de Mario Cárdenas Guillén, alias “El M1”, y sobrino de Osiel Cárdenas, fundadores de la estructura criminal del Cártel del Golfo.

El sujeto ya había sido detenido en 2009 en Tamaulipas y nuevamente en 2019 en el Estado de México; sin embargo, recuperó su libertad en 2022 cuando un juez determinó que existía “duda razonable” sobre las pruebas en su contra.
Investigaciones señalan que su función actual incluía la coordinación del narcomenudeo y la logística de seguridad para la organización delictiva en el estado de Nuevo León, además de operar el trasiego de drogas en la zona de Playa Bagdad, Tamaulipas.
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