Foto: Justin Trudeau (FB)
Cristian Alanis
Este lunes 6 de enero Justin Trudeau anunció su renuncia como primer ministro de Canadá, una decisión que marca el fin de casi una década al frente del gobierno canadiense.
Desde su residencia oficial, en Rideau Cottage, Trudeau declaró que su dimisión se debe a que no puede ser “la mejor opción” para liderar al país en las próximas elecciones, especialmente mientras enfrenta conflictos internos dentro de su partido.
“Este país merece una verdadera elección en las próximas elecciones, y si tengo que luchar batallas internas, no puedo ser esa opción”, señaló.
Su renuncia ha generado interrogantes sobre las razones detrás de esta decisión.
A continuación, exploramos los factores clave que llevaron a Trudeau a abandonar el cargo más importante del gobierno canadiense.
Presión interna dentro del Partido Liberal
Uno de los principales motivos de la renuncia de Trudeau fue la creciente disidencia dentro de su propio partido.
Durante los últimos meses, más de dos docenas de miembros del Parlamento, así como varias caucus regionales de los Liberales en Quebec, Ontario y el Atlántico, exigieron su salida.
Argumentaron que su liderazgo había debilitado las posibilidades del partido de competir con los Conservadores en las próximas elecciones federales.
Esta presión interna se intensificó con la renuncia de figuras clave en su gabinete, como la exministra de Finanzas, Chrystia Freeland, quien abandonó su puesto tras desacuerdos sobre la gestión de las políticas económicas y la estrategia frente a las amenazas de aranceles del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Pérdida de popularidad
La popularidad de Trudeau ha caído de manera constante en los últimos años.
De acuerdo con información de The Independent, diversas encuestas recientes revelan que su aprobación está por debajo del 30%, y más del 70% de los canadienses consideran que el país está “quebrado” bajo su liderazgo.
Problemas como la inflación, la falta de vivienda asequible y las deficiencias en el sistema de salud han erosionado la confianza pública.
Además, las elecciones anteriores, en 2019 y 2021, dejaron a los Liberales con gobiernos minoritarios, lo que dificultó la implementación de sus políticas.
La oposición del líder conservador Pierre Poilievre, quien lidera las encuestas con una ventaja de 20 puntos, también ha aumentado la presión sobre Trudeau y su partido.
Conflictos internacionales y amenazas económicas
La relación tensa con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, también contribuyó a la salida de Trudeau.
Trump ha amenazado con imponer aranceles del 25% a las importaciones canadienses, lo que podría tener un impacto devastador en la economía del país.
Trudeau viajó en noviembre a Florida para intentar mediar con Trump, pero los esfuerzos no dieron resultados.
Además, las críticas de Trump hacia Trudeau, a quien se refirió como “gobernador de Canadá”, deterioraron aún más la imagen del primer ministro en el escenario internacional.
Cambios personales y reflexión familiar
En agosto de 2023, Trudeau anunció su separación de Sophie Grégoire tras casi dos décadas de matrimonio, lo que generó una ola de especulaciones sobre el impacto personal en su vida política.
Durante su anuncio de renuncia, mencionó que tomó la decisión tras reflexionar con su familia durante las fiestas.
“A lo largo de mi carrera, cualquier éxito que haya logrado ha sido gracias al apoyo de mi familia”, declaró.
¿Qué sigue para Canadá?
La renuncia de Trudeau desencadenará un proceso de liderazgo dentro del Partido Liberal para elegir a su sucesor.
Trudeau ha pedido que el proceso sea “robusto” y “nacional”, y continuará en el cargo hasta que se designe un nuevo líder.
Mientras tanto, el Parlamento canadiense estará prorrogado hasta el 24 de marzo de 2025, según la solicitud aprobada por la gobernadora general Mary Simon.
Canadá enfrenta ahora un período de incertidumbre, con un líder conservador fortalecido y una economía en riesgo por las tensiones comerciales con Estados Unidos y México.
La salida de Trudeau marca el fin de una era y deja interrogantes sobre el futuro del Partido Liberal y del país en su conjunto.
