
Foto: Cuartoscuro
LOS LÍDERES DE LA POLÍTICA
Hoy quiero externar mi sentir sobre el Día de la Mujer más allá de una visión trivial como impartidor de justicia; desde la perspectiva de un ciudadano mexicano, padre de hijas que crecen en nuestro sistema, hermano, pareja e hijo, de mujeres increíbles.
No quiero acaparar este espacio más que para expresar mi profunda admiración y respeto por las mujeres de hoy y siempre, que salen y se enfrentan con valentía en sus actividades cotidianas, porque no son mujeres solo un ocho de marzo, son lucha del día a día donde se enfrentan a diversos riesgos y a una vulnerabilidad que es difícil advertir como hombre que padece las mismas vicisitudes, por lo que agradezco que mis hijas han sido grandes maestras al sensibilizarme con la visión femenina en la sociedad actual.
No estaba familiarizado del todo con los problemas de inseguridad que enfrentan las mujeres en diversos aspectos de su vida diaria, pero al escuchar las vivencias de las que me rodean, sus experiencias, historias y su lucha por salir adelante, me ha llevado a comprender los riesgos a los que se enfrentan, y no me refiero solo al físico, sino a uno que va más allá en diversos aspectos de su vida, uno que como hombre me ha sido difícil asimilar.
En años recientes se han realizado esfuerzos importantes para contrarrestar esta situación, ya sea mediante la suscripción de diversos instrumentos normativos de corte internacional, que tienden a combatir los roles estereotipados que aún perviven en la actualidad, evitan la violencia en la que se encuentran, o emiten protocolos que guían la actuación de personas juzgadoras, para que al resolver los asuntos de su competencia, lo hagan con una visión crítica y debidamente informada.
Como juzgador continuaré velando por el respeto a los derechos de la mujer, niñas y adolescentes, garantizando desde mi trinchera, que puedan ejercerlos de manera libre y total, fuera de cualquier rol de género, evitando la continuidad de cualquier clase de discriminación por el hecho de ser mujeres, eliminando barreras y obstáculos impuestos por la propia sociedad, a efecto de sumar a esta lucha y que puedan participar de forma justa en todas las esferas de su vida, alcanzando una igualdad sustantiva.
Mi admiración, empatía y respeto a todas las mujeres del país.