LOS LÍDERES DE LA POLÍTICA

Opinión

Juárez y un México mejor

Retrato en óleo de Benito Juárez

Foto: Colección Museo de Historia Mexicana

Gabriel Regis López

Gabriel Regis López

Publicada: mar 21 a las 16:20, 2025

Uno de los personajes más emblemáticos que han existido en nuestro querido México, es sin duda el conocido como benemérito de las Américas, Benito Pablo Juárez García, quien nació en San Pablo Guelatao, Oaxaca, el 21 de marzo de 1806, cuyo ejemplo de tenacidad no ha logrado consolidarse del todo en la idiosincrasia de la nación.

No es fácil imaginar las diversas dificultades que tuvo que atravesar el ilustre personaje proveniente de una familia indígena zapoteca dedicada a las labores del campo, no solo de tipo económico, sino incluso sociales, dado que en sus inicios no tuvo acceso siquiera a estudios básicos y no hablaba español, pero aun así logró ser diputado local, Gobernador de Oaxaca, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y Presidente de la República, entre otros cargos.

Sin duda su perseverancia fue la que lo llevó a salir adelante, lo que además tuvo mayor mérito al vivir en una época llena de desigualdades, que desencadenaron diversos movimientos sociales y políticos, mismos que pudo sortear hábilmente a pesar de todas las discriminaciones de las que fue víctima, no solo por sus orígenes, sino también por sus ideas liberales que pudo bien cristalizar en las famosas leyes de reforma.

Es la mencionada tenacidad la que debe inspirar al pueblo de México, desde dos perspectivas diferentes. La primera de tipo individual, en la que corresponde a cada ciudadano darse cuenta que los sueños pueden cumplirse si se lucha firmemente por ellos, que es uno quien pone sus propios límites, pero también el que puede romperlos; la otra dimensión es de corte colectiva, pues atañe a la sociedad dejar atrás discriminaciones y luchas internas que solo han dejado conflictos innecesarios, y en su lugar, ser más receptivos y solidarios con los propios paisanos y ayudarnos a romper nuestras propias barreras.

Por ese motivo, el ejemplo de una figura tan emblemática es la que debería permear sobre todas las generaciones de niños y niñas mexicanas, pues solo así nuestro país podría enfrentar con éxito todos los problemas estructurales sociales y económicos que se atraviesan. Luchar contra el estigma de los cangrejos con el que hemos sido conceptualizados, no estar esperando el error de los demás para burlarnos, más en esta actualidad en la que se han roto techos de cristal al grado de que incluso tenemos la primer mujer Presidenta de nuestra historia, quien atinadamente ha dicho que necesitamos más Benitos Juárez.