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Las autoridades dieron a conocer cuándo se llevará a cabo el cónclave para elegir al nuevo papa.
Las autoridades del Vaticano dieron a conocer la fecha en la que comenzará el cónclave donde se elegirá al nuevo papa tras la muerte de Francisco el pasado 21 de abril a los 88 años.
El Cónclave -del latín cum clave, que significa cerrado- es una reunión que se desarrolla tras la muerte del Papa, para elegir al sucesor al frente del Vaticano.
Los 180 cardenales electores presentes podrán votar y ser votados para elegir al sucesor que deberá contar con una mayoría de votos de las dos terceras partes de los asistentes.
El mundo entero sabrá que hay nuevo papa cuando de la chimenea de la Capilla Sixtina sale humo blanco.
De acuerdo con las autoridades, la fecha para comenzar a elegir al 267º sucesor de Pedro, será el próximo 7 de mayo de 2025, esto después de que concluyeron las Misas de sufragio por el eterno descanso del difunto Papa Francisco.
Así lo decidieron los Cardenales reunidos en la V Congregación General de los más de 180 Cardenales reunidos en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano este lunes 28 de abril.
El cónclave se llevará a cabo en la Capilla Sixtina del Vaticano, que permanecerá cerrada al público durante esos días.
Durante este encuentro, se dieron 20 intervenciones sobre la Iglesia, su relación con el mundo, los desafíos que se presentan y las cualidades que deberá tener el nuevo Papa para responder a tales retos.
Se prevé que por la mañana del miércoles 7 de mayo, todos los cardenales celebrarán la solemne Misa “pro eligendo Pontifice”, presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, quien invitará a los cardenales a dirigirse por la tarde a la Capilla Sixtina.
La Capilla Sixtina estará acondicionada con bancos para el recuento de votos y un horno donde se quemarán las papeletas.
Se prevén cuatro escrutinios por día, dos en la mañana y dos en la tarde, y después de la 33ª o 34ª votación, en todo caso, se hará una segunda vuelta directa y obligatoria entre los dos cardenales que hayan obtenido mayor número de votos en la última votación.
Los dos cardenales que quedan en pugna no podrán participar activamente en la votación. Si los votos para un candidato alcanzan los dos tercios de los votantes, la elección del Pontífice es canónicamente válida.
Si un cardenal logra el voto de las dos terceras partes, las autoridades eclesiásticas harán la siguiente pregunta: “¿Acepta usted su elección canónica como Sumo Pontífice?”.
Ante una respuesta afirmativa añade: “¿Cómo quieres que te llamen?”, así el próximo papa definirá su nombre pontificio.
Tras la aceptación, se queman las papeletas, logrando que desde la Plaza de San Pedro se pueda ver el clásico humo blanco.
Al final del Cónclave, el nuevo Pontífice se retira a la “Sala de las Lágrimas”, es decir, la sacristía de la Capilla Sixtina, donde revestirá por primera vez los ornamentos papales – preparados en tres tallas – con los que se presentará a la multitud de fieles atraídos a la Plaza de San Pedro por la fumata blanca.
Después de la oración por el nuevo Pontífice y del homenaje de los cardenales, se entona el Te Deum que marca el final del Cónclave. Luego el anuncio de la elección, el Habemus papam, la aparición del Papa, precedido de la cruz procesional, que impartirá la solemne bendición Urbi et Orbi.