
Foto: Cuartoscuro
De acuerdo con el periodista Raymundo Riva Palacio, el caso del exsecretario exhibiría un pacto entre los expresidentes.
El caso del exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, ha sacudido a la esfera política por sus implicaciones en los gobiernos de Felipe Calderón y hasta de Enrique Peña Nieto.
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La semana pasada, una corte en Miami ordenó a García Luna y a su esposa Linda Cristina Pereyra para pagar más de 2 mil 500 millones de dólares por una demanda que interpuso el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en contra del exfuncionario por “robar al país” mediante el desvío de recursos a través de contratos con empresas de seguridad.
Una de las claves dentro de esta trama es la participación de Samuel Weinberg, su hijo Jonathan Alexis Weinberg, y Natan Wancier Taub, socios de García Luna que operaron una supuesta red de corrupción a partir de contratos millonarios que la extinta Policía Federal adjudicó a la empresa Nunvav, propiedad de los cercanos al exsecretario.
De acuerdo con la columna de Raymundo Riva Palacio titulada Qué pagaron los Weinberg a García Luna publicada en El Financiero, los socios habrían asegurado que García Luna ayudó a la empresa a obtener contratos a cambio de remuneraciones económicas.
Pero de acuerdo con el periodista, en este caso también estarían implicados el expresidente Enrique Peña Nieto y el exsecretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
En otra pieza, con el título de La trama Weinberg llega a Peña Nieto, Riva Palacio explica que los Weinberg y Wancier Taub habrían celebrado contratos con la gestión peñista a cambio de beneficios.
“Hicimos pagos por 19 millones 843 mil 950 dólares disfrazados de ‘contribuciones políticas’ a la organización Peña Nieto/Osorio Chong y su partido político, por medio de pagos hechos desde Barbados a varias empresas”, se lee en la mencionada columna.
¿Pero cómo llegaron a enlazarse con Peña Nieto y Osorio Chong? La columna detalla que los socios acudieron a dos personajes: Jorge Fernández Moreno y Adolfo del Cueto Arámburu.
De ellos, Fernández Moreno era el más cercano a Peña Nieto, según Riva Palacio: “La relación de Fernández Moreno y Peña Nieto era muy cercana. La esposa del financiero era muy cercana a la actriz Angélica Rivera y la acogió en su casa en Miami tras su primer divorcio. En ese periodo, Peña Nieto empezó su noviazgo con ella y la visitaba en Miami, pasando largo tiempo con la pareja anfitriona de Rivera”.
En otra columna del periodista publicada este miércoles, se detalla que en un inicio, Peña Nieto y Osorio Chong no figuraban en la investigación contra los socios vinculados a García Luna, comenzada por la Fiscalía General de la República (FGR) en 2020.
Esto, debido a un supuesto pacto entre López Obrador y Peña Nieto previo a la elección presidencial de 2018, según Riva Palacio. El acuerdo, presuntamente, se trataba de que el priista no iba a intervenir en los comicios para favorecer al excandidato José Antonio Meade a cambio de inmunidad para el mexiquense.
De acuerdo con el columnista, la idea original era “perseguir al exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, apostando a que en algún momento imputaría al expresidente Felipe Calderón”.
Sin embargo, todo cambió cuando los Weinberg y Wancier Taub pidieron a la Fiscalía General el criterio de oportunidad.
El columnista refiere que el actual titular de la UIF, Pablo Gómez, enfocó así “sus baterías políticas” para que los Weinberg imputaran a Peña Nieto y Osorio Chong.
Según el periodista, los Weinberg y Wancier Taub tendrían que probar sus dichos respecto a presuntos sobornos que le dieron a Peña Nieto y a Osorio Chong, por más de 100 millones de dólares.
“Las revelaciones de los Weinberg son un golpe para el gobierno de Peña Nieto, con el cual López Obrador tuvo grandes consideraciones y encubrimientos de posibles actos de corrupción”, concluye la columna en referencia al supuesto pacto que habrían tenido los expresidentes y por el cuál jamás se investigó alguna irregularidad en el sexenio de Peña Nieto bajo el gobierno de AMLO.