
Foto: Cuartoscuro
Alfonso Romo fue uno de los principales aliados de AMLO en sus campañas presidenciales en 2012 y 2018.
Alfonso Romo se encuentra bajo los reflectores luego de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones a dos bancos y a la institución financiera, Vector Casa de Bolsa, propiedad del empresario, por presunto lavado de dinero a grupos del narcotráfico.
La Red para el Control de Delitos Financieros (FinCEN) del Departamento del Tesoro reveló una presunta trama que involucra a Vector en el lavado de activos del Cártel de Sinaloa y el Cártel del Golfo.
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La figura de Alfonso Romo Garza no ha estado de paso por la Cuarta Transformación (4T), sino que es una persona cercana a López Obrador desde hace 15 años, acompañándolo en el movimiento y la búsqueda por llegar al poder.
Andrés Manuel López Obrador y Alfonso Romo se conocieron en 2011, durante una comida en el departamento del tabasqueño, la cual fue organizada por Dante Delgado, antiguo aliado del expresidente y excoordinador nacional de Movimiento Ciudadano.
De acuerdo con Milenio, aquella noche el empresario se acercó a López Obrador y de inmediato se sumó a su proyecto, como consejero.
Participó en sus campañas presidenciales en 2012 y 2018.
Este encuentro marca el comienzo de su relación cercana, que evolucionó con Romo coordinando el Proyecto de Nación 2018-2024.
Una vez con AMLO en la Presidencia de México, Romo Garza se desempeñó como jefe de la Oficina de la Presidencia de 2018, hasta su renuncia a finales de 2020.
De acuerdo con la columna, “Alfonso Romo, el empresario del año” de Mario Maldonado, Romo se convirtió en el principal asesor económico de López Obrador.
Además, fue un importante interlocutor entre un hostil AMLO con la iniciativa privada, a quienes calificaba como “minoría rapaz”.
Romo tuvo la difícil tarea de emprender la operación cicatriz con los hombres de negocios. Y tanto él como Carlos Urzúa, quien se convertiría en su secretario de Hacienda, organizaron las reuniones con el Consejo Mexicano de Negocios y el Grupo Monterrey.
Alfonso Romo renunció formalmente al cargo de jefe de la Oficina de la Presidencia en diciembre de 2020, tras cumplir los dos años que había acordado con el presidente López Obrador.
Sin embargo, su salida fue planificada desde un inicio, no hubo conflictos ni pleitos, y mantuvo una relación.
A pesar de dejar su cargo, siguió colaborando estrechamente con el gobierno, asumiendo el rol de enlace principal entre el sector privado y el Ejecutivo.
Ahora, el Gobierno de Estados Unidos, que encabeza Donald Trump, asestó un nuevo golpe en su lucha contra los grupos del narcotráfico y tiene en la mira a Vector Casa de Bolsa, de Alfonso Romo, cuya cercanía con Andrés Manuel López Obrador es incuestionable.