
Foto: Cuartoscuro
Escándalos como Segalmex, Lord relojes, los lujos de “Andy” López Beltrán o el caso de Hernán Bermúdez Requena han sido minimizados por el gobierno.
A lo largo de los sexenios de Andrés Manuel López Obrador y ahora de Claudia Sheinbaum, la llamada Cuarta Transformación ha presumido su combate frontal contra la corrupción como una de sus principales banderas.
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Sin embargo, en los hechos, hay múltiples casos en los que el Gobierno Federal optó por no actuar, guardar silencio o simplemente minimizar los señalamientos, incluso cuando había denuncias públicas, investigaciones periodísticas o advertencias internacionales.
De funcionarios acusados de desvíos millonarios hasta líderes del movimiento exhibidos en lujosos viajes y compras extravagantes, algunos casos han evidenciado una clara incongruencia entre el discurso y la acción gubernamental.
Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), creada durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador como parte de su política de apoyo al campo, se convirtió en sinónimo de corrupción.
De acuerdo con investigaciones oficiales y de la Auditoría Superior de la Federación, el desfalco supera los 15 mil millones de pesos, siendo el escándalo financiero más grande de todo su sexenio.
Aunque hay decenas de denuncias y algunas órdenes de aprehensión contra funcionarios de segundo nivel, Ignacio Ovalle, exdirector de Segalmex y hombre cercano a López Obrador desde los años 70, nunca enfrentó consecuencias legales.
Por el contrario, fue reasignado a una oficina dentro de la Secretaría de Gobernación antes de concluir el sexenio.
Durante su mandato, López Obrador evitó hablar en profundidad sobre el tema, y en la narrativa oficial se intentó deslindar al gobierno de los responsables, a pesar de que muchos de ellos fueron nombramientos directos del Ejecutivo.
Hasta el momento, el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum no ha anunciado una estrategia clara para sancionar a los involucrados o esclarecer por completo el caso.
Adán Augusto López Hernández, exsecretario de Gobernación y uno de los perfiles más cercanos a López Obrador, ha sido protagonista de varios señalamientos que no han derivado en acciones legales o investigaciones contundentes.
Uno de los casos más polémicos gira en torno a Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad de Tabasco durante el mandato de Adán Augusto como gobernador.
Bermúdez es señalado por supuestos vínculos con un grupo criminal local conocido como "La Barredora", según reportajes periodísticos e investigaciones de inteligencia.
Además, una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) reveló que Humberto Bermúdez Requena, hermano del exsecretario de Seguridad, aparece como socio en dos empresas junto con uno de los contratistas favoritos de la Refinería de Dos Bocas: Manuel Santandreu Hernández, presidente de Grupo Huerta Madre.
Esta empresa recibió un contrato exprés por 6 mil millones de pesos, pese a contar con menos de seis meses de operación formal.
Al respecto, tanto la presidenta como la dirigente nacional de Morena, Luisa Alcalde.
Por un lado Sheinbaum aseguró que su gobierno no va a encubrir a nadie pero tiene que haber pruebas para inculpar a una persona para que se determine si es responsable de algún delito.
Mientras que Luisa Alcalde señaló que quien está bajo investigación es Bermúdez Requena y que Adán Augusto López no tendría que salir a aclarar nada.
Actualmente, Adán Augusto se mantiene como coordinador de los senadores de Morena, aunque internamente ya se discutiría su posible remoción, según han trascendido versiones dentro del partido.
Sin embargo, no hay indicios de que se le vaya a responsabilizar política ni jurídicamente por las irregularidades señaladas durante su paso por el gobierno de Tabasco.
Otro caso que sacudió a la opinión pública fue el del funcionario aduanal Alex Tonatiuh Márquez Hernández, conocido en redes como “Lord Relojes”. Uno de sus escándalos fue su colección de cinco relojes de lujo valuados en más de 8 millones de pesos, todos comprados en efectivo.
De acuerdo con MCCI, Márquez adquirió algunos de estos relojes cuando apenas era asesor legislativo en la Ciudad de México, con un sueldo que no justificaba tales adquisiciones.
Además, El Universal reveló que es investigado por presunto lavado de dinero, vinculado a la empresa Aledo S.A. de C.V., por un posible manejo irregular de 257 millones de pesos.
Aunado a esto está una investigación de Reforma que lo señala de supuestamente estar vinculado a una red de autos chuecos traídos de Estados Unidos en la aduana. Estos vehículos pasarían con facturas en las que el precio sería reducido gracias a moches y con el que pagarían menos de impuestos al cruzarlos a México.
A pesar de las investigaciones, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró que será la Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno quien determine si Márquez debe ser removido.
Una de las promesas centrales del obradorismo fue la austeridad republicana.
No obstante, varios altos perfiles de Morena han sido exhibidos recientemente en viajes de lujo, consumo ostentoso y estilos de vida que contrastan radicalmente con el discurso oficial de austeridad.
Entre los casos más mediáticos están:
Pese a lo expuesto en los lineamientos internos de Morena, que prohíben explícitamente viajes en primera clase y exhibición de lujos, Luisa María Alcalde, dirigente nacional del partido, ya descartó sanciones internas: “no hay ningún delito ni acto de corrupción acreditado”, afirmó.
Así, mientras el discurso de la transformación sigue apelando a la ética pública y a la separación del poder con los privilegios, la práctica demuestra que la tolerancia a la corrupción y el silencio ante el exceso también son decisiones políticas.