
Foto: Cuartoscuro
Una columna de Salvador Camarena expone el enfrentamiento por el control del partido entre el hijo de AMLO y el coordinador morenista en el Senado.
En los últimos meses, Morena ha estado marcado por polémicas que involucran a dos de sus principales figuras: Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador y actual secretario de Organización del partido; y Adán Augusto López, coordinador de la bancada en el Senado.
No solo te informamos, te explicamos la política. Da clic aquí y recibe gratis nuestro boletín diario.
Ambos han protagonizado episodios que han puesto en entredicho la cohesión del movimiento.
Por un lado, “Andy” López Beltrán ha sido señalado por presuntos actos de corrupción y tráfico de influencias. A estas acusaciones se suma la crítica por su estilo de vida, que contrasta con el discurso de austeridad que pregona Morena.
Hace apenas unas semanas, fue captado en Tokio, Japón, visitando tiendas de lujo como Prada y hospedandose en uno de los hoteles más exclusivos de la capital nipona.
Mientras tanto, Adán Augusto López ha estado bajo fuertes cuestionamientos luego de que se revelara que su exsecretario de Seguridad en Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, fue acusado de fundar y encabezar la célula criminal “La Barredora”, presuntamente vinculada al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El caso ha generado comparaciones con el escándalo de Felipe Calderón y Genaro García Luna, ya que se insiste en que, así como se acusa al expresidente de haber sabido sobre la corrupción de su secretario de Seguridad, Adán Augusto tampoco podría deslindarse de las decisiones que tomó durante su gestión como gobernador de Tabasco.
En este contexto de tensiones internas, una columna publicada por Salvador Camarena en el diario español El País advierte que la confrontación entre Andy y Adán podría ser el nuevo eje de disputa dentro del partido guinda rumbo a 2027.
En su texto, Camarena sostiene que la continuidad de Adán Augusto como coordinador en el Senado, respaldada por la presidenta Claudia Sheinbaum, “abre una pugna por el control de Morena entre el paisano de Andrés Manuel López Obrador y su heredero político”.
Según el periodista, el choque entre ambos personajes se perfila como decisivo en un proceso donde en 2027 estarán en juego 17 gubernaturas, la Cámara de Diputados y miles de cargos locales.
“El Senado es semillero de aspirantes a gubernaturas. Adán Augusto tiene control de la bancada y dotes para amarres. No por nada fue de las pocas figuras que se presentaron en la despedida de Gerardo Fernández Noroña como presidente de la Cámara Alta”, escribió Camarena.
La columna destaca que López Hernández logró superar políticamente el escándalo de "La Barredora", lo que incluso le permite mostrarse fortalecido y con ánimos de revancha.
“Adán Augusto quiere escribir su propia historia luego de que ya se vio en el umbral del ostracismo. No está del todo fuera de peligro, y eso mismo le hace un adversario de aún más riesgo”, señaló Camarena.
El periodista apunta que Adán Augusto cuenta con experiencia parlamentaria, alianzas políticas y capacidad de operación, atributos que podrían colocarlo como un actor central en la disputa por las candidaturas.
Por el contrario, sobre Andy López Beltrán, Camarena subraya que su fuerza radica en el respaldo de la estructura partidista y el apoyo de su padre, pero cuestiona su capacidad real de liderazgo.
“Andy tiene la fortaleza de la estructura, un cargo de secretario de Organización prácticamente plenipotenciario, y desde luego que el apoyo de su padre. No posee, en cambio, heridas de guerra en la lucha política que le hagan suscitar admiración o crecer su liderazgo”, escribió.
Incluso, el columnista pone en duda versiones que apuntan a que ‘Andy’ podría ser candidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en 2030.
“Para llegar ahí necesita más que llamarse como se llama. Esa ruta no existe sin grandes resultados en 2027”, advirtió.
De acuerdo con Camarena, mientras Andy se tomó el verano de vacaciones tras resultados discretos en elecciones locales, Adán Augusto estuvo concentrado en sobrevivir a la polémica de Tabasco, lo que los coloca hoy en posiciones muy distintas de cara a la batalla interna que se avecina.
“Viene el nuevo empuje de Adán Augusto, y en ese camino la primera persona que podría resentir tal activismo es el hijo de su gran amigo, de su hermano de la vida Andrés Manuel López Obrador”, concluye Camarena en su análisis.
Con este escenario, la disputa entre ambos personajes no solo perfila una lucha por candidaturas y posiciones clave en 2027, sino que podría convertirse en uno de los factores que definan el futuro de Morena en el sexenio de Claudia Sheinbaum.
Más allá del enfrentamiento entre Andy López Beltrán y Adán Augusto, Morena enfrenta un panorama complejo de cara a las elecciones intermedias de 2027.
Como se mencionó, en ese proceso estarán en juego 17 gubernaturas, la Cámara de Diputados y miles de cargos locales, una prueba decisiva para la continuidad del movimiento en el poder.
Además de las rivalidades internas, se ha hablado de una posible ruptura con sus aliados del PT y el PVEM, partidos que han mostrado inconformidad en diversas negociaciones.
Dentro de Morena, las tensiones también incluyen a la presidenta nacional del partido, Luisa María Alcalde, quien deberá lidiar con la disputa por las candidaturas y mantener la cohesión entre las diferentes facciones guindas.
El escenario apunta a que el mayor reto para la 4T no será únicamente enfrentar a una oposición debilitada, sino evitar que las pugnas internas y los conflictos con sus aliados terminen por fracturar al movimiento político que hoy gobierna México.