
Foto: Cuartoscuro
Greenpeace se lanzó contra la Semarnat por autorizar que 261 hectáreas de selva sean retiradas para la construcción de la Terminal Multimodal Cancún del Tren Maya.
La asociación ambientalista Greenpeace denunció que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México (Semarnat) aprobó la destrucción de 261 hectáreas de flora y fauna.
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Esto debido a que Semarnat autorizó la Terminal Multimodal Cancún, en Quintana Roo, un proyecto que servirá como área de carga del Tren Maya, megaobra del gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
En ese contexto, el movimiento ambientalista indicó que las instituciones ambientales en México fueron reducidas a ventanillas de trámite sin capacidad de una defensa real.
Advirtió que este nuevo desmonte de vegetación autorizado traerá afectaciones importantes para la Península de Yucatán.
“Una obra concebida no para transporte de personas locales, sino para infraestructura de carga, que es la verdadera lógica del proyecto”, se lee en el texto.
El movimiento acusó a la Semarnat de actuar en pro del ecocidio en lugar de frenar la devastación, y exigió un acuerdo que proteja la Selva Maya de las constantes amenazas que la acechan.
“La SEMARNAT vuelve a actuar como aval ambiental del ecocidio, en lugar de frenar la devastación. Desde Greenpeace México exigimos un gran acuerdo que proteja la Selva Maya de todas las amenazas que la acechan día tras día”.
Greenpeace acusó que el proyecto autorizado por la Semarnat “amenaza con consolidar un modelo extractivista que pone en grave riesgo la biodiversidad, los territorios indígenas y el equilibrio ecológico de toda la región”.
Las 261 hectáreas, equivalentes a 261 campos de futbol según la asociación, pone en riesgo a 12 especies como el pavo ocelado, una ave endémica en la Península de Yucatán.
La Semarnat autorizó que 261 hectáreas de selva sean retiradas para la construcción de la Terminal Multimodal Cancún del Tren Maya en Quintana Roo, donde se espera que el lugar pueda albergar entre otras cosas:
“El proyecto se desarrollará en una superficie de 261.8821ha, de las cuales, 259.5898 ha requieren remoción de vegetación forestal de selva mediana subperennifolia para el emplazamiento de obras del proyecto", se lee en un resumen del proyecto.
El proyecto tendría un costo de alrededor de 7 mil 760 millones de pesos; este dinero público se destinará a los subsidios para una obra de carga.
Pese a los riesgos ambientales que implica la obra, las conclusiones señaladas en la hoja de resumen proporcionada por el Gobierno de México con folio 23QR2025V0008, “el proyecto no representa una afectación mayor o significativa en el área debido a la localización que se propone”.
También se agregó que “todas las actividades se realizarán en apego al cumplimiento de las normas, códigos, legislación y recomendaciones en materia de protección ambiental y equilibrio ecológico".
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Esto se da a dos semanas del acuerdo que firmó México junto con Guatemala y Belice para el recién declarado Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya.