
Foto: SSPC Tabasco
La captura de Bermúdez Requena en Paraguay ha sacudido a Morena por las implicaciones del caso.
La captura de Hernán Bermúdez Requena, presunto líder del grupo criminal La Barredora, en Paraguay, ha sacudido a Morena, provocando tensiones internas y diversas reacciones políticas a pocos días de que se cumpla el primer año del sexenio de Claudia Sheinbaum y a dos años de las elecciones de 2027, en las que se renovarán 17 gubernaturas y el Congreso.
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Bermúdez Requena, quien fue secretario de Seguridad Pública en Tabasco entre 2019 y 2024, durante la administración de Adán Augusto López Hernández y de Carlos Merino, es señalado por autoridades como uno de los operadores clave de la asociación delictiva criminal dedicada a delitos como huachicol, extorsión, lavado de dinero y tráfico de migrantes.
La caída de Hernán Bermúdez ha detonado cuestionamientos no solo por su supuesta participación en La Barredora, también por haber desempeñado un cargo importante en la gestión de Adán Augusto, quien ahora está bajo la lupa del escrutinio público.
El impacto de este caso no es menor, pues Bermúdez era un hombre de confianza de Adán Augusto, una figura central en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, al haber fungido como su secretario de Gobernación.
Este vínculo ha generado presiones políticas dentro de la 4T por la cercanía de López Hernández con el expresidente, quien se ha referido al senador como su “hermano”.
Cuando estalló el escándalo de Bermúdez el pasado mes de julio, a partir de las revelaciones del general Miguel Ángel López Martínez, comandante de la 30 Zona Militar, la presidenta Claudia Sheinbaum abordó el caso en una conferencia matutina.
“Sería muy bueno que él diera su versión para que la gente conozca también qué fue lo que él vivió como gobernador, qué fue lo que vivió con esta persona, cuáles fueron sus resultados y en todo caso, cómo fue que llegó la información de que ésta persona estaba involucrada con un grupo delictivo”, expuso.
La postura de la mandataria no eximió del todo a López Hernández, sin defenderlo abiertamente.
Incluso, después de sus declaraciones, Sheinbaum volvió a ser consultada sobre el tema y continuó con la misma lógica.
“Como hemos dicho, no se protege a nadie (...) que se hagan las investigaciones, hasta donde lleguen las investigaciones y hasta donde tope, sin proteger a nadie”, subrayó.
Sheinbaum ha tenido que sortear el escándalo en un momento donde su gobierno plantea construir “el segundo piso” de la Cuarta Transformación.
En cuanto a la posición de la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, ésta fue similar a la línea de Sheinbaum Pardo.
Además, como lideresa del partido, estableció que en el caso de Requena y la controversia que rodea a Adán, no se actuará como en épocas pasadas, en donde había encubrimiento dentro de las cúpulas partidistas.
“En épocas anteriores levantabas el teléfono y ‘no tápale a lo que hayas encontrado’. De ninguna manera. Te vuelves cómplice. Si encuentras elementos de actos de corrupción se tiene que actuar, se trate de quien se trate. No importa si es de Morena o no es de Morena”, manifestó.
Estas declaraciones buscan evitar rechazos dentro de Morena ante su liderazgo, justo cuando el partido intenta consolidarse como fuerza hegemónica.
En contraste, el senador Gerardo Fernández Noroña, unas de las figuras más polémicas del morenismo, salió en defensa de Adán Augusto, mencionando que las acusaciones en su contra se han realizado sin pruebas.
“Quieren llevarlo a juicio sin una sola prueba. Eso es lo que no es aceptable (...) están haciendo un linchamiento”, arguyó.
Respecto a la figura de Bermúdez Requena, Noroña dijo: “Lo mejor sería hacer frente, porque de cualquier manera lo van a detener, pues está solamente alargando su agonía (...) Este hombre está denunciado por nosotros, y va a ser detenido por nuestro gobierno, y no va a quedar impune”.
A pesar de su contundente postura frente a Requena, la defensa pública de Noroña a Adán Augusto refleja la división entre los distintos bloques dentro de Morena, pues mientras que unos defienden al exsecretario de Gobernación, otros exhiben sus diferencias con él.
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Paco Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica (FCE), solicitó que se investigue el caso de La Barredora, ante el daño que produce a Morena.
En una entrevista para Canal Once, el escritor sentenció: “Lo que sí pido dentro de Morena es que se investigue, que dé respuestas a las preguntas muy feas de ‘¿cómo no te enteraste que estabas teniendo como jefe de seguridad a uno de los capos del narco?’ Demuestra que no te enteraste. Explícate o renuncia”.
Taibo II también afirmó no tener “simpatías” por el exgobernador, asunto que deja entrever las diferencias que hay en algunos cuadros morenistas con el tabasqueño.
El caso La Barredora marca uno de los escándalos en la primera recta del sexenio de Sheinbaum y podría poner a prueba la unidad dentro de Morena, así como la confianza ciudadana en un movimiento que ha ido sumando polémicas por corrupción y nexos con el crimen.