
Foto: Cuartoscuro
Figuras del círculo cercano al expresidente mantienen poder a través de cargos estratégicos e influencia política, aunque estén envueltos en polémicas y cuestionamientos.
Claudia Sheinbaum cumplió un año al frente del Gobierno de México, en lo que han sido 12 meses turbulentos debido a conflictos internos en Morena, escándalos de morenistas y casos de corrupción que ocurrieron en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y que ahora han quedado al descubierto.
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En este contexto, a pesar de que la Presidencia cambió de manos, figuras clave del círculo de López Obrador, como su hijo Andrés Manuel López Beltrán, Adán Augusto, Luisa María Alcalde, Jesús Ramírez y César Yáñez mantienen poder a través de cargos estratégicos e influencia política, aunque estén envueltos en polémicas y cuestionamientos.
La presencia de algunos de los personajes mencionados en el ‘Segundo Piso de la Cuarta Transformación’ parecen limitar el margen de maniobra de Sheinbaum, quien ha tenido que defender sus casos pese al cambio de viraje que busca ofrecer su administración.
El hijo del expresidente, ‘Andy’ López Beltrán, ha sido blanco de numerosas críticas por incumplir con las políticas de austeridad delineadas por Morena.
Si bien su viaje a Tokio, Japón, encendió alarmas respecto a los lujos y excesos de ‘Andy’ (gastó, por ejemplo, poco más de 47 mil pesos en el restaurante “Sasanka” que está en el hotel “The Okura”), otros escándalos lo han rodeado, como los señalamientos en su contra por presuntamente operar una red de tráfico de influencias –junto a su hermano Gonzalo– que supuestamente benefició a amigos cercanos en proyectos como el Tren Maya.
Además, ‘Andy’ tiene participación en varias empresas como Realesco, Vinos Cósmicos y Finca Rocío, ésta última, chocolatería que se constituyó en honor a su madre Rocío Beltrán y que supuestamente se benefició del programa Sembrando Vida, según una investigación de CONNECTAS.
Pese a ello, López Beltrán se ha mantenido como secretario de Organización de Morena.
El cargo no es menor, pues el hijo del expresidente controla buena parte de asuntos relevantes del partido como afiliaciones, comités locales, base de militantes, es decir, la mecánica con la que Morena hace política.
Esto ha producido que periodistas como Carlos Loret de Mola y Azucena Uresti señalen a ‘Andy’ como el verdadero heredero del poder dentro de Morena, al explotar el privilegio político de ser el hijo de nadie más y nadie menos que el fundador del partido.
López Beltrán tiene su mirada puesta en un objetivo clave para la continuidad del dominio morenista: afiliar a 10 millones de personas al partido guinda y así tener mayor despliegue territorial.
Junto a él en la dirigencia del partido está Luisa María Alcalde, quien desde joven se involucró en actividades políticas, siendo una acérrima defensora del obradorismo, pues estuvo en varias protestas en contra del desafuero de López Obrador en 2005.
Luisa Alcalde es hija de Bertha Luján, una figura prominente dentro del movimiento fundado por López Obrador, siendo fundadora de Morena y habiendo ocupado el cargo de presidenta del Consejo Nacional del partido.
Antes de convertirse en presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde fungió como secretaria del Trabajo en el sexenio de AMLO hasta 2023, para luego terminar como secretaria de Gobernación en la recta final del gobierno anterior.
Alcalde Luján sumó adeptos al desempeñarse como encargada de la política interior del país, lo que resultó en un vertiginoso ascenso político al convertirse en presidenta de Morena.
Sin embargo, ahora que ostenta dicho cargo, Luisa Alcalde no ha logrado mediar los pleitos partidistas que ponen en cuestión su liderazgo.
El dilema que hoy enfrenta Luisa Alcalde es mayúsculo: escudar a Morena de las polémicas que gastan al movimiento o recuperar la unidad, si eso conlleva a marcar distancia con algunas de sus figuras.
Adán Augusto López es el hombre que tiene bajo su poder la coordinación de los senadores de Morena, pese al cúmulo de escándalos y casos que lo salpican.
Pero antes de llegar al Senado, el tabasqueño se desempeñó en el sexenio de Andrés Manuel como secretario de Gobernación, luego de gobernar el estado de Tabasco de 2019 a 2021.
El principal problema que carga Adán Augusto es el nombramiento de Hernán Bermúdez Requena como secretario de Seguridad de Tabasco durante su gestión, pues fue él quien tejió desde la institución policial una red criminal para impulsar operaciones de La Barredora, grupo delincuencial que lideró y que se dedicó a delitos como huachicol, secuestro, extorsión y tráfico de migrantes.
Bermúdez Requena ya fue capturado a partir de los trabajos realizados por el Gabinete de Seguridad encabezado como Omar García Harfuch, siendo de los golpes más emblemáticos de la gestión de Sheinbaum contra el crimen.
Eso no es todo, ya que el legislador enfrenta otras cuestiones: por ejemplo, los 79 millones de pesos que no reportó en su declaración patrimonial y que recibió por parte de dos empresas –una de ellas clasificada por el SAT como fantasma– entre 2023 y 2024.
Aunado a esto, el nombre de Adán figuraría en una investigación federal por huachicol fiscal, según Latinus.
Sheinbaum ha tenido que pedirle que aclare esas cuestiones, exhibiendo que no habrá encubrimiento a los asuntos que manchan la imagen de Adán.
No obstante, para la presidenta es un panorama complicado, pues en su momento, López Obrador se refirió a Adán Augusto como su “hermano”.
Vocero de López Obrador durante su presidencia, Jesús Ramírez fue un hombre clave en la comunicación y narrativa política del obradorismo.
Ramírez Cuevas conoció a AMLO en 2006 por medio del escritor Carlos Monsiváis, y posteriormente, fundó y dirigió el periódico Regeneración, que funcionó como herramienta propagandística para divulgar los fundamentos del proyecto ideado por López Obrador.
En el sexenio de Andrés Manuel, varios opositores acusaron a Ramírez Cuevas de emprender campañas sucias en su contra con el objetivo de desprestigiar a los adversarios de la 4T.
Ahora, con la llegada de Sheinbaum, tomó el cargo de coordinador de asesores de Presidencia, teniendo un papel fundamental en el gobierno actual.
Sanjuana Martínez, exdirectora de Notimex, alegó que Ramírez continúa siendo fundamental en la comunicación política de la 4T.
“Es el que controla la mañanera, siguen los mismos merolicos”, aseguró para Datos Duros en un podcast.
De esta manera, el exvocero sigue teniendo influencia en la administración de Sheinbaum.
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César Yáñez se desempeñó como coordinador general de Política y Gobierno de la Presidencia en el periodo de 2018 a 2022, en el sexenio anterior.
Uno de los hombres más cercanos al exmandatario, Yáñez estuvo en la polémica después de que celebrara su boda junto a Dulce María Silva en la Capilla del Rosario, ubicada en Puebla. El lujoso evento fue objeto de críticas al entonces presidente electo, pues él mismo asistió junto a su esposa Beatriz Gutiérrez Müller.
“Desde luego que están cuestionando nuestros adversarios porque andan buscando cualquier posible error para hacernos la crítica (...) vamos a seguir actuando con integridad, con principios, con honradez y con austeridad republicana”, dijo sobre este tema López Obrador.
La revista ¡Hola! dio detalles de la elegante boda, en el que se ofreció un menú con platillos como langosta con escamoles, filete de res, ensalada de camarones y espárragos, entre otros más; incluso se presentaron Los Ángeles Azules para interpretar algunas canciones.
El caso limitó a Yáñez en su protagonismo político, aunque fue nombrado por Claudia Sheinbaum como subsecretario de Gobernación previo a que tomara posesión como presidenta de México.
Que el gobierno de Sheinbaum tenga cercanos de AMLO en posiciones influyentes podría reafirmar continuidad. Pero también produciría riesgos políticos, como el hecho de que tenga que proteger el círculo del expresidente, sin importar que estén vinculados a actividades ilícitas o a escándalos.
Lo que viene para la mandataria es si seguirá tolerando controversias o si marcará su propio sello, distinto al de AMLO.