
Foto: IG de Andrés Manuel López Beltrán
De acuerdo con Código Magenta, al menos 11 personas estuvieron en puestos clave de distintas instancias para supuestamente encubrir el contrabando de combustible.

La red de huachicol fiscal presuntamente encabezada por Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador y secretario de Organización de Morena, se habría extendido a distintas dependencias e instancias a través de personas cercanas a su círculo y de confianza para sus allegados.
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De acuerdo con una investigación de Código Magenta, al menos 11 personas con vínculos con ‘Andy’, su hermano Gonzalo ‘Bobby’ López Beltrán y el diputado Daniel Asaf habrían ocupado puestos clave mediante los cuales supuestamente se encubrió y permitió el contrabando de combustible.
“Se hicieron de aliados en las distintas instancias que aprobaban los permisos de importación de combustibles, supervisaban el contenido de pipas, ferrocarriles y buques, además de cuidar que no fueran molestadas las empresas que colocaban el ilícito combustible y las factureras que apoyaban en el blanqueo de esos ingresos”, expone el reportaje.
Este esquema de complicidades se habría construido meticulosamente con los nombramientos de estos perfiles, los cuales, en algunos casos, no contaban con la formación adecuada para desempeñar sus cargos.
La red estaría conformada por los siguientes personajes:

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De estos perfiles, quien estaría ocupando un rol central dentro de la red sería Antonio Martínez Dagnino, pues según el portal, desde Hacienda puso controles para supuestamente evitar que empresas ligadas al tráfico de combustible fueran revisadas.

“Sin duda, el mejor aliado en esta trama de complicidades fue Antonio Martínez Dagnino, el director del SAT (...) era el responsable de custodiar desde la Secretaría de Hacienda que las empresas -reales o fantasmas- creadas para blanquear los dineros del huachicol fiscal, no fueran molestadas fiscalmente”, apunta el trabajo.
La operación de esta red se daría bajo la gestión de López Obrador, quien prometía combatir a la corrupción y al influyentismo.
Pero este y otros casos más evidencian que su gobierno toleraría numerosas irregularidades que causarían un millonario daño al erario público.