
Foto: Cuartoscuro
Mary O’Grady afirmó que el homicidio del alcalde de Uruapan revela que el enfoque de seguridad de la 4T es insuficiente frente al crimen organizado.

La columnista Mary Anastasia O’Grady, del diario estadounidense The Wall Street Journal, afirmó que el asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, es un reflejo de las deficiencias de la estrategia de seguridad de la presidenta Claudia Sheinbaum y llamó a considerar un modelo más “duro y centralizado” como el que aplicó Colombia durante los gobiernos de inicios de los años 2000.
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En su columna titulada “Mexico’s President Has a Murder Problem”, O’Grady señaló que el caso de Manzo —asesinado el 1 de noviembre en una plaza pública— evidencia un problema estructural que ha permitido que los grupos criminales mantengan control territorial en zonas agrícolas y productivas de estados como Michoacán.
O’Grady sostuvo que, aunque Sheinbaum ha prometido mejorar la capacidad de inteligencia y aumentar la presencia de fuerzas de seguridad, su enfoque continúa cercano al modelo heredado de Andrés Manuel López Obrador, que priorizó programas sociales sobre la confrontación directa con el crimen organizado.
La columnista escribió:
“Su expansión de programas sociales pierde el objetivo. México necesita defensa local, estatal y federal de la vida y los derechos de propiedad”.
De acuerdo con su análisis, la respuesta del gobierno federal ante el asesinato de Manzo se ha quedado en promesas de refuerzo operativo, sin atacar de raíz la presencia criminal en los municipios.

O’Grady planteó que México debería considerar las políticas de seguridad implementadas en Colombia durante el gobierno de Álvaro Uribe, quien impulsó la llamada “seguridad democrática” para recuperar el control del Estado en territorios afectados por guerrillas y grupos criminales.
En su texto afirmó:
“Uribe diseñó una estrategia nacional para fortalecer y profesionalizar al Ejército, restaurar la presencia del Estado en todo el país y ofrecer lo que llamó ‘seguridad democrática’. Inch by inch, recuperó territorio colombiano”.
Según la columnista, ese enfoque permitió durante esos años reducir secuestros, extorsiones y asesinatos, así como limitar la operación logística de las organizaciones armadas.
O’Grady señaló que Sheinbaum enfrenta dificultades adicionales, como prácticas de corrupción heredadas dentro de instituciones de seguridad y lo que describe como “aparentes vínculos entre integrantes de Morena y organizaciones criminales”, algo que calificó como un obstáculo para recuperar el control territorial.
La autora también contrastó cifras de homicidios entre sexenios pasados y el de López Obrador:
“La estrategia de ‘abrazos, no balazos’ dejó atrás un récord de 151,000 muertos”.

La columna cierra con un mensaje directo: si el Estado no actúa de manera firme, coordinada y con capacidad territorial, la violencia continuará.
O’Grady concluye:
“El gobierno que no defiende la vida y la propiedad frente a los marauders invita a más miseria”.
Como respuesta a la crisis, Sheinbaum presentó el Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, con 12 ejes, más de 100 acciones y una inversión superior a 57,000 millones de pesos (parte con recursos mixtos), orientado a seguridad, inteligencia, economía y tejido social.
“Personalmente daré seguimiento cada 15 días al Plan Michoacán y daremos cuentas públicas de los avances del plan cada mes en la mañanera del pueblo”.
El plan se anunció días después del homicidio de Carlos Manzo —alcalde de Uruapan desde el 1 de septiembre de 2024—.
La Fiscalía identificó a un joven de 17 años como presunto autor material; fue abatido momentos después. El Congreso de Michoacán designó a Grecia Quiroz, viuda de Manzo, como alcaldesa sustituta.
