
Foto: Cuartoscuro
El polémico senador buscaría excluir al PAN de la toma de decisiones en el Senado

El senador de Morena, Gerardo Fernández Noroña presentó una solicitud ante el Senado para que el PAN quede fuera de las sesiones en la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política (Jucopo).
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De acuerdo con el texto compartido por el polémico legislador, la bancada ha sostenido un comportamiento de “permanente falta de respeto al pleno, a la mesa directiva”, pero especialmente, “a nuestro grupo parlamentario”, indica el oficio entregado a la Jucopo.

“Injurias, faltas de respeto, provocaciones y sabotaje a las sesiones es una constante en el comportamiento del grupo parlamentario de Acción Nacional”, aseguró.
Por ello indicó que aunque tienen derecho de participación en los dos órganos legislativos, “no se les debe convocar a ninguna sesión de ambas instancias” hasta que cambien su conducta.
La petición no es menor, pues la Jucopo está integrada por los coordinadores de todos los grupos parlamentarios y el órgano responsable de construir acuerdos y definir la agenda legislativa de la Cámara. La exclusión de una bancada representaría una medida inédita en la actual legislatura. Además, está presidida por Adán Augusto López, de Morena.

“La provocación permanente, la injuria constante, la falta de respeto absoluto y la búsqueda constante de descarrilar las sesiones es inaceptable y su actuar debe tener consecuencias”, concluyó el morenista.
Entre los comportamientos señalados por Noroña se encuentran los constantes señalamientos por parte de los albiazules contra sus integrantes por presuntos nexos con grupos del narcotráfico “sin presentar una sola prueba”.
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De igual manera, acusó que los panitas han faltado al respeto en señales de duelo en que se ha pedido un minuto de silencio como en el caso del fallecimiento del presidente uruguayo José Mujica, aún cuando Noroña, siendo presidente de la Cámara, se negó a guardar un minuto de silencio por las víctimas de desapariciones en años recientes.
También recordó la introducción de megáfonos para reventar sesiones de toma de protesta de personal diplomático y diversos funcionarios federales, como el nombramiento de Juan Antonio Ferrer Aguilar como embajador, quien fue increpado por Lilly Téllez.