
Foto: Gobierno de México
La presidenta Sheinbaum ofreció un discurso en el marco de los 7 años de la 4T al frente del Gobierno de México

La presidenta Claudia Sheinbaum encabezó la celebración por los 7 años de la Cuarta Transformación desde el Zócalo de la CDMX, donde reiteró su llamado para que los servidores públicos de su movimiento se ciñan bajo el principio de la austeridad y la justa medianía.
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Ante miles de sus simpatizantes, Sheinbaum Pardo recordó que su movimiento nació como una ruptura con el viejo régimen “no solo con sus prácticas, sino también con la forma en que gobernaban”, por lo que pidió mantenerse bajo esa premisa.
“Se trata de construir una nueva ética desde el poder, donde el servidor público entienda que no está nunca por encima del pueblo, sino al servicio del pueblo. Que gobernar no es para tener privilegios... En este camino el principio juarista de la justa medianía debe ser faro y debe ser guía”, sostuvo la mandataria federal.

Este llamado se da luego de un año de escándalo para diversos integrantes de Morena, quienes se han sido exhibidos derrochando dinero en inmuebles, viajes al extranjero y joyería del alto valor.
Tras iniciar su mensaje agradeciendo a los jóvenes que acudieron al Zócalo, de quienes dijo "están en su gran mayoría con la transformación de la vida pública de México”, la presidenta criticó a la oposición y sus intentos por desprestigiarla.

Aseguró que su movimiento está más firme que nunca pese a los ataques y campañas sucias provenientes de las redes sociales en contra de sus administración.
“Se ha demostrado que por más campañas sucias que paguen en las redes sociales, por más compra de bots, por más alianzas con grupos de interés en México y en el extranjero, por más consultores que contraten para inventar calumnias..., por más que hagan todo eso, no vencerán al pueblo de México ni a su presidenta”, afirmó la presidenta en medio de gritos de apoyo.
Finalmente, aprovechó para agradecer al Poder Legislativo la aprobación de la Ley de Aguas Nacionales, con la cual el Estado asume la rectoría del vital líquido.
“Es algo trascendente. Recupera el agua como recurso natural de la nación, así como el derecho humano al agua y no permite que prevalezca el acaparamiento para beneficio de unos cuantos en detrimento de la mayoría”, sostuvo al explicar el objetivo de la reforma.