
Foto: Captura de pantalla
Trump generó polémica al usar su mensaje de Navidad para atacar a la “izquierda radical”, presumir logros de su gobierno y reforzar su discurso confrontacional.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprovechó el saludo navideño de este 24 de diciembre para enviar un mensaje que mezcló felicitación con ataques directos a sus opositores políticos.
A través de su plataforma Truth Social, el mandatario deseó una “Feliz Navidad a todos, incluida la escoria de la izquierda radical que está haciendo todo lo posible para destruir nuestro país, pero que está fracasando estrepitosamente”. Esta expresión encendió las redes y generó controversia tanto dentro como fuera de Estados Unidos.
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Trump, que celebra estas fechas en su residencia de Mar-a-Lago, Florida, no se limitó a las fórmulas tradicionales de unidad; su mensaje incluyó afirmaciones sobre logros de su administración, como el control migratorio, el crecimiento económico y la reducción de la delincuencia, al tiempo que criticó frontalmente a la oposición.
El estilo confrontacional no es inusual en los mensajes de Trump, pero su uso de términos como “escoria” para referirse a la “izquierda radical”, categoría que él mismo emplea para englobar a amplios sectores de la oposición demócrata y críticos, ha sido percibido como una intensificación de su retórica política incluso en una festividad que tradicionalmente se asocia con unidad y reconciliación.
En la misma publicación, el presidente defendió varias políticas emblemáticas de su administración.
Afirmó que Estados Unidos ya no tiene fronteras abiertas, que la delincuencia ha alcanzado niveles históricamente bajos y que el Producto Interno Bruto (PIB) creció 4.3 %, cifra que, según él, supera expectativas. También destacó un mercado bursátil fuerte y el impacto positivo de sus políticas arancelarias en la economía nacional.
Más allá de los ataques a sus adversarios políticos, Trump reforzó en su mensaje elementos de su agenda cultural y política: desde la migración hasta temas sociales, utilizando su saludo navideño para remarcar diferencias ideológicas. Este enfoque evidencia cómo la Navidad, para el mandatario, no solo es una ocasión festiva sino también una plataforma para recalcar sus logros y tensiones políticas en un año electoral clave en Estados Unidos.
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Aunque la intención de Trump fue abarcar a todos los estadounidenses con su felicitación, el tono polarizante ha provocado reacciones divididas en la opinión pública, sumándose a la discusión sobre el carácter de su liderazgo y el impacto de su discurso en un país marcado por profundas divisiones políticas.