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Durante la juramentación como presidente de Estados Unidos, Trump y Melania intentaron saludarse con un beso, pero la situación se tornó incómoda.
Durante la ceremonia de su investidura como presidente de Estados Unidos, Donald Trump, protagonizó un incómodo momento con su esposa Melania Trump.
Donald Trump entró a la rotonda del Capitolio para comenzar la toma de protesta; la sala estaba llena de diplomáticos, congresistas y exmandatarios, a los que saludó con cordialidad; sin embargo, al encontrarse con su esposa, Melania Trump, ambos experimentaron un saludo un poco incómodo.
El presidente Donald Trump se acercó a saludar a su esposa e intentó besarla, pero Melania Trump, en lugar de corresponder al gesto, giró el rostro para recibir el beso en la mejilla. Trump lo intentó nuevamente, pero al no obtener respuesta de su esposa, terminó lanzando un beso al aire sin lograr contacto.
Aunque podría tratarse de un simple malentendido o de que el sombrero que llevaba la primera dama le dificultara el movimiento al presidente, el momento entre ambos se percibió incómodo.
No es la primera vez que el matrimonio protagoniza uno de estos desplantes. Durante la primera administración de Donald Trump, la tensión entre ambos fue clara para el mundo.
En numerosos eventos oficiales, el presidente de Estados Unidos no miraba a su esposa ni la esperaba para caminar con ella a su lado. Este gesto no pasó desapercibido, especialmente porque los Obama solían ser totalmente opuestos.
La primera dama también parecía tener su propia actitud ante la situación; pues no hacía mucho por mantener la apariencia de cercanía, e incluso, durante el primer gobierno de Trump se negó a mudarse a la Casa Blanca.