
Foto: POTUS / Presidencia de México
Ante la medida que aplicará el magnate contra México han surgido diversos cuestionamientos.
No hay vuelta atrás, Donald Trump sí impondrá aranceles del 25% en contra de las exportaciones de México, pese a las negociaciones y a la manera en que este país cedió ante las exigencias del republicano en materia de seguridad y migración.
Trump anunció: “No hay margen para México ni para Canadá, no. Los aranceles están listos y entran en vigor mañana (4 de marzo)”.
Por ello, recomendó a la gente que construyan sus automóviles en Estados Unidos y no en México y Canadá.
Ante la decisión unilateral de EUA, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum convocó a una asamblea en el Zócalo de la Ciudad de México el próximo 9 de marzo para anunciar las medidas arancelarias con las que responderá a la decisión de Trump.
Además del 25% en contra de las exportaciones de México y Canadá, el republicano también amagó con un 10% en contra de China.
Por otro lado, anunció otro arancel para los productos agrícolas externos a partir del 2 de abril, a fin de promover la producción al interior de Estados Unidos.
A ello se le suma la política de aranceles recíprocos que entrarán en vigor también el 2 de abril, esto para aquellos países que le impongan aranceles a los productos estadounidenses.
Ante ello han surgido dudas en cuanto a cómo afectarán, qué son los aranceles y cómo serán aplicados.
De acuerdo con la Organización Mundial del Comercio, estos se entienden como los derechos de aduana aplicados a las importaciones de mercancías.
Una de las finalidades de los aranceles es proporcionar a las mercancías producidas en el país una ventaja en materia de precios con respecto a las mercancías similares importadas, además de que constituyen una fuente de ingresos para los gobiernos.
La aplicación de un arancel se realiza cuando las mercancías cruzan una frontera, dando como primer resultado que se encarece el precio del bien en el territorio.
Además que existen aranceles de importación y de exportación, donde estos últimos prácticamente han desaparecido en diversos países y su aparición normalmente está ligada a cuestiones estratégicas, según BBVA Research.
De acuerdo con el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, la aplicación de estos aranceles tendrá implicaciones para los consumidores mexicanos, así como para las empresas estadounidenses.
Ebrard indicó que los principales afectados serían los consumidores de los sectores automotriz, tecnológico, especialmente las computadoras y el electrodoméstico.
Dichos productos no solo elevarían su costo sino que también habría menos oferta, lo cual rompería las cadenas de suministros, por el “impacto expansivo” de los altos precios.
En el caso de EUA, al ser México su principal proveedor de automóviles y autopartes a ese país por lo que el aumento en los precios afectaría directamente a 12 millones de familias estadounidenses que tendrían que pagar un costo adicional de 10 mil 427 millones de dólares por los nuevos impuestos.
Un impacto similar tendrían también los productos computacionales, además de que las frutas, verduras, carne y cervezas enfrentarían un alza en los precios ya que muchos de estos productos provienen de México.
La medida de Trump tendría un impacto económico mayor en estados fronterizos y ciudades con un alto consumo de productos mexicanos como California, Texas, Florida y Arizona.