
Foto: Cuartoscuro
Según el periodista Raymundo Riva Palacio, los recientes escándalos dentro de Morena develan un ‘rompimiento’ de la presidenta con el fundador del partido.
La presidenta Claudia Sheinbaum tendría sus primeros ‘rompimientos’ con su antecesor, el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
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De acuerdo con una columna del periodista Raymundo Riva Palacio publicada en El Financiero, dos recientes escándalos protagonizados por figuras prominentes de Morena revelan una creciente distancia entre la actual mandataria y el político tabasqueño.
Los vínculos del exsecretario de Seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, con el grupo criminal “La Barredora”, salpicaron al coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto López, pues fue él quien designó al expolicía dentro de su gobierno cuando llegó al poder en el estado.
La relación entre Requena y López Hernández causó malestar dentro del partido guinda, por lo que desde Palacio Nacional se habría comenzado una campaña orquestada por el coordinador de asesores de Presidencia, Jesús Ramírez, para exhibir al exgobernador de Tabasco, según Riva Palacio.
Los embates en contra de Adán Augusto serían la primera señal de ‘ruptura’ entre Sheinbaum y López Obrador, pues se trata de un personaje cercano al exmandatario.
En este contexto, fuentes de Político MX han abordado que el senador Raúl Morón tendría reuniones en Palacio Nacional para convertirse en el reemplazo de Adán Augusto dentro de la coordinación de Morena en el Senado.
La columna también menciona la tibia defensa a Adán Augusto por parte de Claudia Sheinbaum.
“Sin muchas ganas, ha salido a respaldarlo y a decir que no hay ninguna investigación en su contra. No ha dicho que es inocente, hay que subrayarlo, sólo que no le abrieron una carpeta de investigación”, expone el texto.
Otra situación que evidencia un distanciamiento de Sheinbaum con AMLO es la filtración de fotografías en las que aparecen morenistas disfrutando de sus vacaciones fuera de territorio nacional.
Los viajes de ‘Andy’ López Beltrán en Tokio, Japón; de Ricardo Monreal en Madrid, España; y de Mario Delgado en Portugal, salieron a la luz pública en la misma ventana de tiempo, aunque éstos ocurrieron en distintos momentos.
Fue esta situación la que alimentó rumores sobre la posibilidad de que las filtraciones fueran parte de un “trabajo interno” del gobierno de Sheinbaum, con la supuesta intención de dar un mensaje respecto al incumplimiento de las políticas de austeridad, que tanto predicó López Obrador en su sexenio y que ahora forman parte de los principios ético-políticos de Morena.
“Las fotografías no fueron tomadas en las calles o en lugares abiertos. Fueron tomadas dentro de hoteles, lo que permitió a la prensa revisar sus precios, sus estrellas y sus categorías. Todos estaban en los mejores hoteles de las ciudades donde vacacionaban”, elucubra Riva Palacio en la columna.
Coincidentemente, los tres personajes son del núcleo duro del obradorismo, quienes recibieron un llamado por parte de Sheinbaum.
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“El poder se ejerce con humildad (...) La gente tiene derecho a visitar uno u otro país. Pero nosotros tenemos una responsabilidad política, y una responsabilidad que tiene que ver con el movimiento que representamos, y los principios que representamos. Todos tenemos que –en el momento que estamos desempeñando un cargo público– comportarnos adecuadamente”, expuso la titular del Ejecutivo Federal.
El regaño más frontal lo recibió ‘Andy’ López Beltrán, secretario de Organización de Morena e hijo de López Obrador, visto por muchos analistas políticos como el heredero del poder dentro del movimiento.